Se puede mirar Medina Azahara y no ver nada más que ruinas de un pasado glorioso y se puede mirar y, con ayuda de los ojos del conocimiento, imaginar la vida y las entrañas de la ciudad brillante de Córdoba, la perla de Occidente en el siglo X. Con el propósito de prestar las gafas de la ciencia y la arqueología a los neófitos en la materia, los ideólogos del yacimiento han diseñado dos visitas estivales gratuitas, una doble diurna, con sentido didáctico, y otra nocturna, nocturna y más lúdica, que son complementarias y que enseñan a leer las claves de este yacimiento arqueológico único, declarado hace justo un año por la Unesco Patrimonio Mundial de la Humanidad.

Visita nocturna

Quizás la más espectacular y atractiva, por transcurrir en las horas más frescas, sea el recorrido nocturno teatralizado, que ofrece dos sesiones a las 20.45 y a las 22.15 horas. En ella, según Daniel Valdivieso, responsable de Sexto Mario, los guías acompañan al visitante a través del recorrido realizando una serie de paradas donde, personajes palaciegos conducen al espectador al contexto de la vida palaciega de la época. Todo transcurre el 26 de septiembre del año 974, cuando se prepara una gran recepción para el general Galib, un liberto de origen eslavo, a su regreso del Norte de África tras una exitosa campaña militar. Según Valdivieso, la teatralización permite relatar la situación desde distintas perspectivas «y conocer las intrigas de los sirvientes de la época en palacio y su preocupación por que el heredero de Alhaken II fuera Hisham, pese a ser menor de edad». La visita nocturna es rica además en detalles, ya que todo el vestuario y atrezzo ha sido minuciosamente recreado, «lo que llama mucho la atención de los entendidos, que son capaces de identificar la presencia de reproducciones arqueológicas y elementos de la época como una alfombra, una copia de un mapa, un candil o un tintero empleados como parte de la escenografía en determinadas escenas. En la cocina, donde también transcurre una de las escenas, se pueden ver varios objetos y canastos de alimentos fieles a los empleados en el siglo X. «Todo está estudiado al milímetro», asegura Valdivieso».

Visita diurna

El recorrido nocturno tiene en estos meses de verano el complemento perfecto y necesario casi en las visitas diurnas, que se desarrollan los sábados y domingos por la mañana. En este caso, se trata de una visita doble, también gratuitas, que parten de forma casi simultánea del yacimiento (10 y 12 horas) y del museo (10, 11.15 y 12.30 horas), siendo lo más recomendable reservar ambas para el mismo día, en un sentido o en el otro. Si se empieza en el museo, los guías ofrecerán una interpretación del yacimiento a través de las piezas rescatadas en las excavaciones tanto de la zona más noble como de la más plebeya de la ciudad palatina. Según Marian Domínguez, coordinadora de la actividad, «el objetivo es crear un punto de unión entre los objetos de la vida cotidiana en la ciudad califal y la arquitectura desplegada en Medina Azahara», que tardó casi 40 años en levantarse. Entre el material conservado, indica Domínguez, llaman la atención las monedas, que en Al Andalus «valían su peso en el metal precioso del que estuvieran hechas por lo que se pagaba fraccionándolas y pesándolas en una balanza de precisión». También es muy interesante, destaca, la loza dorada de importación iraquí aparecida en la zona califal, que da idea de las relaciones comerciales de la época y da acceso a una pieza que en su momento solo era accesible al califa.

En el yacimiento, los guías señalan al visitante cuáles son las claves para leer en las ruinas del conjunto arqueológico cómo era un centro urbano completo en función de las infraestructuras y edificios que se conservan. Así, en el salón basilical, por ejemplo, se explica cómo el triple arco, símbolo de las zonas de poder, contrasta con las baldosas de barro, de material más austero al alojar la Casa Militar, que servía de sala de espera antes de la recepción del califa.

Reservas a partir del lunes de cada semana

Puestas en marcha hace tres fines de semana, ya han accedido a las visitas diurnas más de 250 personas, entre ellas, muchos cordobeses, pero también andaluces y nacionales, entre los que a veces se encuentra algún que otro extranjero. Tanto las visitas diurnas como las nocturnas deben reservarse al inicio de cada semana (el plazo se abre cada lunes a las 10 horas) enviando un mail a madinatdiurnas.reservas@gmail.com y madinatnocturnas.reservas@gmail.com, respectivamente. Las visitas diurnas se prolongarán cada sábado y domingo hasta el próximo 13 de septiembre y las nocturnas, los viernes y sábados hasta el 12 de septiembre.

Las visitas nocturnas se están completando a las dos horas de abrirse el plazo, aunque se establece una lista de espera por si hay anulaciones mientras las diurnas tardan más en completarse. En ambos casos, las medidas de seguridad exigen grupos de entre 25 y 30 personas, llevar siempre mascarilla, seguir el recorrido unidireccional establecido para la visita y mantener las distancias de seguridad.

En cada reserva, el solicitante podrá reservar hasta un máximo de 3 plazas, indicando obligatoriamente los siguientes datos: tipo de visita (museo o yacimiento si se trata de las diurnas), día y pase solicitado, así como el nombre y apellidos de las personas que deseen participar en la actividad y el teléfono de contacto del solicitante. El yacimiento advierte que si se detecta más de una reserva a nombre de la misma persona, todas serán anuladas a excepción de la primera solicitud.

El traslado desde el museo al yacimiento se realiza en el bus lanzadera que incluye una tarifa no incluida en la actividad. La tarifa general de ida y vuelta es de 2,50 euros y la reducida para niños de 5 a 12 años y mayores de 65 años es de 1,50 euros. Están exentos los menores de 5 años. Debido a las altas temperaturas y al recorrido, se recomienda llevar calzado cómodo y ropa acorde al calor previsto durante el verano.

Por cierto que no reservar las visitas no impide recorrer tanto el yacimiento como el museo en los horarios de apertura, tanto de día como de noche: de martes a domingo y festivos de 09.00 a 15.00 horas (museo y yacimiento) y de 20 a 00.00 horas de martes a sábado (solo el yacimiento).