El escritor Juan Marsé, autor de obras emblemáticas como Últimas tardes con Teresa, que hace medio siglo le consagró como uno de los grandes maestros de la literatura en castellano, ha muerto a los 87 años en Barcelona.

Figura clave de la literatura de las últimas décadas, Marsé ha ganado algunos de los premios más notables de las letras españolas, entre ellos el Cervantes, Biblioteca Breve, el Planeta o el Nacional de Narrativa.

El padre de Pijoaparte, joyero en sus años mozos, aseguraba en 2016 que ya estaba un poco cansado del oficio de escribir. "Cada vez tienes que plantearte nuevas soluciones porque las antiguas ya no sirven", aseguraba en una entrevista con El Periódico de Cataluña a raíz de la publicación de Esa puta tan distinguida, una novela sobre las trampas de la memoria. El autor barcelonés aprovechó el libro para tirar dardos a una industria del cine que, en su opinión, está demasiado escorada política y, además, siempre maltrató su literatura. Bien conocidos eran los problemas que tuvo con la adaptación de El embrujo de Shanghái.

En 2016, Marsé -premio Cervantes en 2008 y Planeta en 1978- también aseguró estar muy harto de la política, especialmente la catalana. Harto y aburrido del procés siempre defendió el bilingüismo. Y lo hacía con una frase demoledora: "Yo hablo y escrito en la lengua que me sale de los huevos".

Otra cosa que no podía soportar era hablar de sí mismo. Por eso fue casi una heroicidad haberse prestado a ser el único y omnipresente protagonista del documental Juan Marsé habla de Juan Marsé, que es exactamente eso, una larguísima entrevista de hora y media firmada por el veterano crítico de cine Augusto Martínez Torres.

Nacido en 1933, su verdadero nombre fue Juan Faneca. Al morir su madre en el parto, lo adoptó un familia de payeses del barrio barcelonés de Gràcia y a ella debe el apellido que le ha convertido en uno de los autores más reconocidos del mundo.

A los 13 años abandonó los estudios para trabajar en una joyería y muy joven hace sus primeras incursiones en el mundo literario, en concreto con cuentos y relatos. En 1958 gana el Premio Sésamo de Cuentas con 'Nada para morir'.

La dedicación exclusiva a la literatura tardaría aún. En 1960 se fue a París para trabajar como profesor de español, traductor de películas, guionista y como ayudante de laboratorio en el Departamento de Bioquímica del Instituto Pasteur.

Obras de prestigio

Sería en 1965, gracias a Últimas tardes con Teresa, cuando Marsé abandonó el oficio de joyero para empezar a colaborar con editoriales, traducciones y guiones de cine.

La oscura historia de la prima Montse (1970; Si te dicen que caí (1973), no publicada en España hasta 1976 por la censura franquista, y La muchacha de las bragas de oro (1978), con la que ganó el Planeta, comienzan a configurar el prestigio de Marsé y a consolidar su calidad literaria.

El amante bilingüe, El embrujo de Shangai o Rabos de lagartija, publicada en el 2000, ganadora de los Premios Nacional de Narrativa y el de la Crítica, lo convierten en uno de los novelistas españoles más importantes.

Su relación con el cine ha sido intensa, y no sólo por haber colaborado en varios guiones, sino porque muchas de sus novelas fueron adaptadas a la gran pantalla. También con el periodismo. Trabajó en la revista Art-Cinema y fue redactor jefe de Bocaccio y Por favor.