Con el paso a la fase 1 de la crisis del coronavirus y la posibilidad de reunirse hasta diez personas en un mismo recinto, siete músicos de la Orquesta de Córdoba han decidido juntarse por primera vez desde que comenzara el estado de alarma, con las medidas de seguridad exigidas, para volver a sentir la música juntos más allá de hacerlo individualmente desde sus casas a través de las pantallas, ya que los profesores de la formación orquestal no han dejado de ofrecer música desde sus hogares por medio de las redes sociales desde que comenzó la alerta sanitaria. Una vieja estructura de hormigón en Las Jaras es el improvisado escenario en el que Isel Rodríguez (violinista solista), Artaches Kazarian, Narine Kazarian (violines), Malgorzata Hojenska (viola), Diego Ruiz Conde (cello) Gabriele Friscia (contrabajo) y Carolina Alcaraz (percusión) comenzaron a grabar ayer La Habanera de la ópera Carmen de Bizet.

Con esta iniciativa, de la que saldrá un video, la intención también es unir música y naturaleza, haciendo esta grabación en medio de un entorno natural como es el del paraje de Las Jaras y, al mismo tiempo «salvarnos del sol, que perjudica mucho a los instrumentos», recurriendo a un escenario que recuerda a otra crisis, la inmobiliaria, ya que es un esqueleto de hormigón abandonado en esa urbanización que rememora a aquellos otros difíciles momentos. «Tiene un mínimo de acústica y es diáfano, por lo que pensamos que sería un buen lugar para poder grabar el video», que se dará a conocer a través de las redes sociales de la Orquesta de Córdoba, según señala Gabriele Friscia.

«Hasta ahora nos hemos unido, cada uno desde su casa, en formato de sexteto, con el que hemos recordado a Vivaldi o Piazzola», pero ahora que la ley lo permite «hemos querido dar un a paso adelante con la grabación de de este video y tocar juntos, volver a reunirnos», con la intención de «dar un aliento a la cultura y, poco a poco, podamos volver a una especie de normalidad», continúa el solista de contrabajo. «Hay que demostrar que la música puede ser útil para gestionar este momento», continua Friscia, que explica que con esta grabación se quiere dar una imagen esperanzadora ante la situación que vivimos.

Por otro lado, la elección de La Habanera de la ópera Carmen de Bizet tiene que ver con que es «una pieza conocida del repertorio clásico, destinada al gran publico y que la orquesta ha tocado mucho», prosigue el músico. Esta es una de las primeras iniciativas de este tipo que se lleva a cabo desde que comenzó la fase 1 del confinamiento, algo que estos músicos de Córdoba hacen con mucha ilusión a la espera de la vuelta a los escenarios.

Durante todo el estado de alarma «no hemos parado de hacer música, porque era importante estar ahí, no separarnos del publico», y, como recuerda el músico, una de las iniciativas más singulares que los profesores de la Orquesta han llevado a cabo ha sido la grabación de los dúos en tributo a Bela Bartok. «Nosotros estamos para tocar ante el publico y, aprovechando las fases que se vayan abriendo, deberíamos comenzar por pequeños conciertos al aire libre», continúa el contrabajista, que va a proponer, cuando se pueda, «tocar en el patio del Museo de Julio Romero de Torres, del que este año se cumple el 90 aniversario de su muerte, mientras los primeros visitantes vuelven al centro de arte». En definitiva, estar en contacto con la ciudad dentro de las «grandes posiblidades» que tiene la Orquesta para ello y conseguir paliar de alguna manera la situación que vive la población a través de la música.