El músico cordobés Pepe Atance renace una vez más en su particular microcosmos y renueva su visión musical del mundo desde su atalaya preferida, las redes. Un universo que le gusta y domina, para llegar a rincones y corazones en todo su espectro. Parecería, por su nombre, que viene al pelo la publicación de The Flamenco House (Felizmente triste), un material con más de tres décadas que ya fue revisado por Atance durante su largo paréntesis dublinés y que contiene las bases que él, junto con otros artistas de la época (mediados de los años 80) comenzaron a descubrir, experimentando con sonidos nuevos que para otros suponían poco más que un sacrilegio sonoro. Nacían entonces términos como Acid o House. Nuevas ventanas en las que las cajas de ritmos y la química de los sonidos pregrabados llegaban para quedarse.

De todo aquel descorche aún queda espuma en el epicentro musical de Pepe, que vuelve a brindarlo, con algunas novedades recientes y aquellas colaboraciones especiales a las que suele acudir para realce, brillo y esplendor de la obra de un músico siempre inquieto, que traduce la música a vida, y viceversa.

The Flamenco House es el nombre del proyecto musical en el que se enmarca el álbum Felizmente triste, estrenado hace algunos días. Su origen se remonta a la Córdoba de 1988, pero fue grabado por Atance en Dublín (Irlanda) una década más tarde y no ha visto la luz hasta ahora. De este modo, Atance explica que cuando llegó a España en el año 2000 e intentó publicarlo a través de alguna casa discográfica, apareció el fenómeno Operación triunfo «y la industria empezó a cambiar», por lo que guardó este trabajo «hasta hace un par de meses», cuando lo ha remasterizado y editado. El álbum se puede encontrar en las plataformas digitales y en la página de Pepe Atance en la red social Facebook.