En un ambiente de gran expectación y hasta de euforia contenida se presentó ayer en Córdoba La Flauta Mágica, la ópera de Mózart coproducida entre el Instituto Municipal de Artes Escénicas (Imae) de Córdoba y el Teatro Villamarta de Jerez, que se representará en el Gran Teatro de Córdoba los próximos días 5 y 7 (jueves y sábado). La obra, ya estrenada en el Villamarta, tiene mucho de estreno en la versión cordobesa, por la incorporación de nuevas personas al elenco y otras funciones escénicas y, principalmente, por la novedad de que el papel protagonista lo tendrá el tenor cordobés Pablo García-López.

Así que la presentación tuvo lugar con solemnidad, con la asistencia de los responsables del montaje, de parte del elenco de cantantes y actores, y con la presencia del alcalde, José María Bellido, que anunció que el Gran Teatro y el área de Cultura del Ayuntamiento continuarán alentando la realización de espectáculos propios y novedosos, pues «la apuesta por la cultura desde las instituciones es un eje estratégico de la política municipal».

Bellido asegura que la lírica y la ópera van a tener 'más presencia' en el Gran Teatro

El encuentro con la prensa, profuso en información, solo chocó con un pequeño «inconveniente», y es que la obra no necesita publicidad, pues todas las entradas para las dos funciones están agotadas desde hace tiempo. Aun así, merece la pena contarlo, merece la pena que los cordobeses conozcan el trabajo llevado a cabo y las características de la obra que va a ponerse en escena y quizá así puedan presionar en el futuro para que se repita este espectáculo u otras producciones operísticas que son caras y complejas de abordar, pero muy apreciadas por el público.

Impulsar el talento

Hay un punto muy especial en esta Flauta Mágica que se brindará a Córdoba a partir del jueves, como señaló la delegada de Cultura, Blanca Torrent, que reside en que el espectáculo es puramente andaluz, y en él destaca que se está potenciando el talento de Córdoba, la gran «cantera» de jóvenes artistas y profesionales que buscan una oportunidad de demostrar sus cualidades.

Así lo demuestra que el protagonista es el tenor cordobés Pablo García López, tan joven y al mismo tiempo una figura de ámbito internacional, pero no solamente él, sino, la Orquesta de Córdoba (cuyo director, Carlos Domínguez-Nieto, es el director musical del espectáculo, y fue el que resaltó con simpatía en la rueda de prensa «lo raro» de animar a presenciar la ópera cuando ya están todas las entradas vendidas), el Coro Ziryab y muchos otros cantantes, como la soprano cordobesa Lucía Tavira, en el papel de primera dama, actores y profesionales escénicos que entre las aportaciones de Córdoba y las de Jerez darán vida a esa noche mágica, en la que Andalucía será la que mande, como demuestra también la presencia de la soprano andaluza Ruth Rosique, en el papel de Pamina.

Impulso público

Esta acción debe valorarse, explicó el director escénico de La Flauta Mágica, Francisco López --viejo conocido por estos lares, pues dirigió también hace años el Gran Teatro de Córdoba antes de hacerse cargo del Villamarta de Jerez--, y subrayar en ella la importancia de la aportación que hacen los teatros públicos de Andalucía al desarrollo de las artes y la creatividad de nuestra tierra. La clave está en aprovechar los recursos y la capacidad organizativa de las instituciones para completar el paisaje cultural de las ciudades, como hace años hicieron Córdoba y Málaga al poner en marcha por primera vez en Andalucía una temporada lírica propia, cuya ausencia ahora sería casi inconcebible. Y, sobre la representación, añadió otro detalle novedoso: los diálogos hablados serán en español, no así la parte lírica, que sigue su alemán original.

Pablo/Tamino cuida su voz

A presentación asistió, en completo silencio, con enigmática sonrisa y con muchos gestos de complicidad hacia Francisco López, el tenor cordobés Pablo García-López. El que será Tamino sobre el escenario el próximo jueves cuidó su voz, no intervino y cuando se le requirieron unas palabras se limitó -previos suspiros- a expresar que está «feliz de estar aquí», a añadir que Mozart «me ha acompañado toda mi vida» y a agradecer profusamente las muchas ayudas recibidas, tanto del Gran Teatro como de Francisco López, al que atribuyó casi tareas de mentor. Sí había hecho un pequeño comentario su partenaire, Ruth Rosique, para subrayar algo que también había indicado Carlos Domínguez-Nieto: que «el ambiente de trabajo ha sido maravilloso» (algo difícil en estas producciones tan complicadas) y que La Flauta Mágica, al ser «para todos los públicos», es una estupenda forma de iniciación a la ópera: «Después de esto, te enganchas». Así lo aseguró la cantante, que ya ha representado en varias ocasiones su papel de Pamina, mientras García-López se estrena en el de Tamino, lo que ha despertado gran interés de la crítica: el jueves, en el patio de butacas del Gran Teatro habrá críticos especializados provenientes no solo de otros puntos de España, sino de otros países -uno de ellos, según se comentaba en los corrillos, con muchos miles de seguidores en internet-, interesados en ver cómo se mueve el joven cantante cordobés en este nuevo papel. Seguro que como pez en el agua.