Dependiendo de quién la defina, Hillary Clinton es una heroína pionera, una neoliberal implacable, un icono feminista imprescindible o un cáncer para la política. "La división de opiniones que genero alcanza niveles absurdos", aseguraba la antigua primera dama, senadora, secretaria de Estado y candidata a presidente estadounidense este martes en la Berlinale, durante la presentación de la serie documental biográfica 'Hillary'. Esa polarización, especialmente entre el electorado femenino, fue uno de los factores de su derrota frente a Donald Trump en la campaña presidencial del 2016; otro, recuerda ella misma, fue una campaña orquestada para desacreditarla. "Se creó una imagen de mí como una persona corrupta que no estaba basada en la realidad, y quizá yo no fui eficaz a la hora de defenderme".

Completada a partir de casi 2.000 horas de metraje, y vehiculada a través de entrevistas con la familia de la protagonista, amigos, colegas políticos -Barack Obama entre ellos- y por su puesto ella misma, 'Hillary' repasa los episodios esenciales de la biografía de su protagonista -inevitablemente, tanto ella como Bill Clinton hablan de Monica Lewinsky- y los combina con reflexiones sobre los momentos más significativos de la citada campaña, prestando especial atención a sus batallas primero contra su compañero demócrata Bernie Sanders y después contra Trump y a la interferencia de la Rusia de Vladimir Putin en los comicios.

"Si Putin ordenó a sus servicios de inteligencia que fueran a por mí, no es porque estuviera equivocado o fuera engañado", explicaba este martes Clinton ante la prensa. "Quería acabar conmigo, y tenía motivos para ello: sabía lo que yo haría por la libertad y la decencia y para crear una relación sólida entre las democracias occidentales". La excandidata ha advertido de que el presidente ruso está volviendo a intervenir en la campaña electoral estadounidense del 2020, y que esa no es la única ayuda con la que Trump contará. "Los interesases corporativos, religiosos y económicos llevan tiempo alineados con los republicanos, y Trump es el vehículo de esos intereses. Él no cree en nada, solo en el poder. Hace cuatro años hizo promesas que no tenía intención de cumplir, y estas elecciones dependerán de si quienes lo votaron se han dado cuenta de todas sus mentiras".

Hillary Clinton asegura haber dejado formar parte activa de la vida política estadounidense de forma indefinida pero, pese a ello, en las próximas elecciones no se mantendrá al margen. “Voy a dar mi apoyo al candidato demócrata, sea quien sea, y voy a insistir en la necesidad de echar al presidente actual. Es necesario reparar el daño que Trump ha hecho a nuestro país, hacer que la herida deje de sangrar. Me da mucho miedo que eso no suceda porque, en ese caso, lo que vendrá después será terrible”.