La entrega, ayer, del cuadro de Sebastián Martínez Domedel (Jaén, 1615-Madrid, 1667) al Museo de Bellas Artes de Sevilla ha dejado la impresión de que, si la autoridad judicial decide que la obra pase al patrimonio público, se quedará en el museo sevillano. Pero el lienzo de San Jerónimo oyendo la trompeta del Juicio Final corresponde a una obra de madurez del artista jiennense, ejecutada hacia 1655-1660 antes de su marcha a la Corte en Madrid, para el convento Corpus Christi de Córdoba. En Madrid, fue pintor de cámara de Felipe IV, pero antes había hecho para encargos de Lucena, Jaén, Córdoba y Sevilla. Y en Córdoba se conservan varias de sus pinturas. Debe haber, en el actual convento de las monjas dominicas, algunos de los otros tres cuadros de temática religiosa que acompañaban al de San Jerónimo en el altar del extinto cenobio Corpus Christi (hoy Fundación Antonio Gala). Y en el Museo de Bellas Artes de Córdoba se conservan un San Pedro y un San PedroSan Pablo por el museo en 2016 y que se encontraban entre los fondos provenientes de la Desamortización de 1836, en concreto del antiguo Convento dominico de San Pablo. Se ignoraba su autoría, y estaban catalogados como de Anónimo seguidor de Antonio del Castillo hasta su restauración, que permitió confirmar la autoría de Sebastián Martínez.