La Fundación Pro Real Academia ha hecho visibles a las personas, instituciones y colectivos que la han apoyado en su primer año de existencia. Y es que anoche celebró «su día», con un acto en el que quiso rendir cuentas de su actividad, encaminada a la recuperación de la sede de la Real Academia de Córdoba, y a potenciar una institución de la que sus actuales miembros se sienten obligados «a conservar el legado cultural» que representa, en palabras del director de la Real Academia y presidente de su fundación, José Cosano.

La reunión de ayer, preparada con mimo, intercalando música, material audiovisual y presentación de la página web en el desarrollo de las intervenciones, tenía por objeto celebrar el primer cumpleaños de la fundación y dar las gracias a las personas que han colaborado con ella, tanto económicamente como aportando su trabajo y su tiempo al buen fin de la organización.

DOS EDIFICIOS / Como explicó José Cosano antes del acto, la Real Academia de Córdoba ha renunciado a la cesión por 75 años del edificio que ocupaba como sede en la calle Ambrosio de Morales, que ha revertido al Ayuntamiento de Córdoba. Este edificio, afectado por las termitas, se quedó en una situación de deterioro tal que resultó inhabitable, y la Real Academia tuvo que trasladarse, por lo que desarrolla actualmente sus actividades en el antiguo Rectorado de la Universidad de Córdoba. La institución es propietaria de un edificio anejo al citado de Ambrosio de Morales, al que destinará lo que recaude a través de la fundación (en este primer año se han obtenido unos 20.000 euros), mientras espera que el Ayuntamiento acometa la reforma del inmueble principal, para lo que está en conversaciones con el gobierno local.

Así, según Cosano, el objetivo es conseguir una gran sede cultural para la zona centro de la ciudad, adecuada para simposios, exposiciones, actos culturales y lugar de referencia para los centros docentes (Arte Dramático, conservatorios de Música y Danza, institutos) que se encuentran en el entorno. Y, claro está, para el impulso y desarrollo de la Real Academia de Córdoba.

ACTO DE AGRADECIMIENTO / Esos son los objetivos, pero el acto de anoche, conducido por el periodista y académico Carlos Miraz, se dedicó fundamentalmente a los amigos, benefactores y protectores que han hecho posible la actividad de la fundación, a los que se quiso reconocer su labor y su apoyo material o de colaboración con las muchas actividades desarrolladas a lo largo del año. Entre las actividades, el aula de Poesía Mario López, los Encuentros con la Música, las Conversaciones en Directo, el Aula de Teatro Romeo Esteo, los conciertos benéficos y el Foro Arjona y Cubas.

Entre los asistentes premiados, el decano del Colegio de Abogados, José Luis Garrido; el teniente coronel de la Comandancia de la Guardia Civil de Córdoba, Juan Carretero; el presidente del Círculo, Pedro López Castillejo; el rector de la UCO, José Carlos Gómez Villamandos... entre una larga lista de invitados con presencia, cómo no, de numerosos académicos.

Para el director de la Real Academia, el acto permitió hacer visible «el horizonte temporal y el impacto social» de la institución, que a su juicio va tomando fuerza. Cosano valora muy especialmente las colaboraciones recibidas, quiere que el reconocimiento no sea solo a las instituciones, sino a los «grupos humanos», a las personas que desde ellas o desde su ámbito particular se han volcado este año. Este apoyo encierra, a su juicio, «algo más profundo», pues «cuando se defiende el patrimonio cultural se está defendiendo un legado recibido» que hay que preservar y trasladar a las futuras generaciones. No basta, indicó, con estar convencido «de las potencialidades de Córdoba», pues «hay que actuar» para que esas potencialidades se hagan realidad.