Pilar Citoler no le teme al riesgo, algo que se evidencia en su nueva colección de arte, de la que ahora se puede ver una pequeña parte en la Sala Vimcorsa, donde se expone una selección de su colección de fotografía contemporánea adquirida en los últimos años. Pero hay mucho más, y hasta se ha vuelto a especular con la idea de que esta nueva colección podría quedarse en Córdoba, tras el frustrado intento de Circa XX. «Córdoba sería una prioridad para mí para ubicar esta colección, pero no tengo nada determinado ni concretado. De momento, sigo agrandándola», dice la coleccionista, que insiste en que esta ciudad «entra en mi proyecto futuro y quizá se lleve a cabo».

Citoler empezó a coleccionar arte en los años setenta, y a partir del 2000 comenzó a exponer públicamente sus obras, sucediéndose las muestras en diversas salas hasta llegar al Centro Cultural de la Villa de Madrid, siendo también muy importante la que se celebró en Córdoba, que, bajo el título Modernarts, se exhibió en cuatro recintos. Aquella muestra dio pie a una serie de negociaciones para que la colección permaneciera en Córdoba, coincidiendo con la construcción del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, una de las opciones para albergarla. Al final, no se llegó a un acuerdo y en aquel momento, el 2012, el Gobierno de Aragón le planteó la cesión de una parte de la obra y la adquisición de la otra. Y así fue. Desde entonces, Circa XX se puede ver en el Centro Pablo Serrano de Zaragoza, su ciudad natal.

«Doné el 85% las obras y el 15% fue una operación de compraventa, pero no tengo claro como se haría si finalmente las nuevas obras se ubicaran en Córdoba», continúa la coleccionista, que en aquel momento vio como su relación con la ciudad se enfriaba, pero no desaparecía, ya que Citoler sigue convocando, junto con la Universidad, el Premio de Fotografía Contemporánea, además de seguir sintiendo algo muy especial por Córdoba, «que siempre me ha acogido maravillosamente y donde me he sentido muy apoyada, la ciudad me encanta y los cordobeses son una maravilla», dice.

A partir de la donación y adquisición de Aragón, la coleccionista se adentró en lo que ahora llama La nueva colección Pilar Citoler, que en esta etapa, según el conservador de su obra, Alfonso de la Torre, es «una coleccionista plena, formada, que ha pasado cincuenta años visitando exposiciones, ferias y museos y que no le tiene miedo al riesgo».

«En realidad yo sigo mi intuición y mi propio gusto, pero no cabe duda de que el paso del tiempo te da más madurez, más criterio y una visión más formal y certera de lo que tiene que ser una colección», dice Citoler. Su nueva compilación cuenta con unas 400 obras, entre ellas 175 pinturas, 50 esculturas, 120 fotografías y, junto a ello, un amplio apartado de obra estampada, bibliofilia contemporánea y vídeo.

PINTURA ESPAÑOLA // Según De la Torre, entre los cuadros, lo que más predomina es la pintura española, en buena parte de artistas nacidos a partir de los años cincuenta, aunque también ha adquirido obras de creadores anteriores a esa generación, como Joan Miró. Entre los autores figuran Txomin Badiola, José Manuel Broto, Mikel Barceló, Carmen Calvo, obras de Equipo 57, Luis Gordillo, Concha Jerez, Carlos León, Albert Rafols Casamada, José María Sicilia y Gustavo Tornel. Junto a ellos, hay una serie de autores nacidos en los setenta, como Quepa Garraza, Laura González Cabrera, Miki Leal, Guillermo Mora, Simeón Saenz Ruiz, Juan Uagalde, Darío Urzáiz, Santiago Ibáñez o Jesús Zurita.

Pero no solo ha cambiado de autores, sino que también lo ha hecho de formato, inclinándose ahora por las grandes obras, además de ajustarse al devenir de los tiempos nutriéndose de piezas tanto de creadores como de creadoras, adquiriendo «cierta equidad». También ha ido coleccionado esculturas que más bien son intervenciones de artistas que podrían ocupar la sala de un museo. Así, tiene piezas de François Bucher, Jacobo Castellanos, Vicky Civera o de Fernando Osinaga.

Otra parte importante que apenas existía en su antigua colección tiene que ver con el vídeo, con obras de Eugenia Ampudia, Concha García, Juan del Junco o Eulalia Valldosera. Todo ello se completa con algunas obras de artistas de sus orígenes como Calder y Torres García, y también hay representación de creadores internacionales consolidados como Afredo Jaar y Pipilotti Rist. Así, a lo largo de este viaje por la colección, destaca la presencia de nuevos artistas, formatos y técnicas.

En cuanto a la fotografía, en estos momentos los cordobeses pueden admirar una selección en la Sala Vimcorsa, que supone todo un recorrido por su apuesta por valores jóvenes, entrecruzados con artistas más clásicos como Foncuberta o García Alís.

Según el conservador, en esta nueva colección, Citoler mira hacia una cierta radicalidad, estando ante una mujer que puede decir que ha contemplado el mundo del arte contemporáneo, lo ha conocido y esto que colecciona ahora es su propuesta de lo que serán los tiempos venideros. «Este valor es muy importante», resalta De la Torre, que considera que Citoler es «una mujer de su tiempo» que ha superado muchas dificultades cuando el sexo femenino no frecuentaba el mundo del arte, además de destacar que todo su dinero lo ha invertido en la creación. Este pequeño viaje por la nueva colección de Citoler puede tener un final de trayecto en Córdoba, donde, durante la inauguración de la exposición de Vimcorsa, «el rector de la UCO, José Carlos Villamandos, mostró su interés por que la colección se instalara en Córdoba, lo que es muy de agradecer», concluye Citoler.