No puede evitar mostrar la ilusión que siente ante su nuevo cargo como director del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH), al que ha llegado recientemente y del que conoce las responsabilidades a las que se enfrenta, sobre todo en una comunidad que está la cabeza en bienes patrimoniales y culturales que hay que cuidar. Y esa será ahora su función después de ejercer durante 18 años como profesor de Geografía e Historia, dirigir el Archivo del Palacio de Viana, ser concejal de Patrimonio Histórico en el Ayuntamiento de Córdoba y subdelegado del Gobierno. Gran amante de la historia, también reconoce que cultura y turismo es un binomio que puede crear riqueza, aunque «el turismo siempre debe supeditarse al patrimonio cultural»

-Acaban de ponerle al frente de un centro de referencia nacional e internacional en la conservación, investigación y difusión del patrimonio histórico. ¿No le da un poco de vértigo?, ¿cómo afronta este nuevo reto?

-Lo afronto con una grandísima ilusión, porque, efectivamente, es un centro de gran prestigio. Y también con responsabilidad, ya que vengo a aportar e impulsar un centro de referencia de la Consejería de Cultura. Y lo afronto con la seguridad de que vengo con una trayectoria de gestión y de servicio público.

-¿En qué consistirá su trabajo?

-Sobre todo, en coordinar los esfuerzos en intervención, investigación y divulgación del patrimonio y ser el garante de que las políticas culturales de la Junta encuentran su transmisión aquí, en el IAPH, que, a su vez, colabora en esa línea que marca las necesidades de Andalucía.

-¿Cuál de sus experiencias laborales anteriores cree que volcará más en este nuevo puesto?

-Sin duda alguna, los años que estuve en el archivo del Palacio de Viana, pero también mi paso por la delegación de Patrimonio y Casco Histórico de Córdoba y la Subdelegación, en cuanto a gestión de personas y servicios.

-¿Por qué cree que han confiado en usted?

-Eso habría que preguntárselo a la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, a la que estoy profundamente agradecido. Creo que ha tenido en cuenta mi experiencia profesional y el perfil técnico que he atesorado en más de 30 años de trabajo en el servicio público.

-Como historiador, ¿qué le atrae más de esta nueva ocupación?

-Como historiador, estoy profundamente feliz. Pasan por mis ojos desde catas arqueológicas de la Prehistoria hasta momentos del arte contemporáneo, y es como volver a estudiar la carrera, aunque ahora soy el responsable de que todas las intervenciones que se hagan aquí salgan bien.

-¿Qué ha encontrado al llegar a su nuevo cargo?, ¿ha sabido Andalucía cuidar su patrimonio a lo largo del tiempo?

-Lo primero que me he encontrado son 111 profesionales, de los cuales el 80% son titulados superiores que han hecho una labor magnífica durante los 30 años que lleva funcionando el IAPH. Me ha llamado mucho la atención la Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía, que se ha elaborado aquí, y contemplándola me doy cuenta de que el patrimonio histórico de Andalucía está profundamente catalogado y estudiado.

-El taller de restauración del IAPH goza de una gran fama. ¿Qué bienes se han restaurado allí?

-Las dos patas que más prestigio le dan al instituto son la investigación y la intervención y restauración. En cuanto a esto último, merece la pena citar la Capilla Real de Granada, El Giraldillo de la Catedral de Sevilla, la iglesia del Santo Cristo de la Salud de Málaga o la del Palacio de San Telmo en Sevilla. Y en Córdoba destaca el proyecto de conservación del Salón Rico de Medina Azahara, el Hypnos de la Villa Romana de Almedinilla y la escultura del Nazareno de Lucena, entre otros muchos bienes, además del plan director de Medina Azahara, que también se hará aquí en los primeros meses del 2020.

-¿Puede adelantar algo del plan director de Medina Azahara?

-Está aprobado su presupuesto y como cordobés voy a estar muy pendiente de este tema. Estoy seguro de que con los brillantes técnicos que hay aquí, en unos meses estará listo.

-La Consejería pretende darle un impulso a esta institución cultural. ¿Cómo va hacerlo?

-Como todo en la vida, esta institución necesita impulso y motivaciones nuevas. Yo creo que nos vamos a centrar en potenciar la investigación y la divulgación, que se conozca más el IAPH.

-Una comunidad como la andaluza, con patrimonio histórico de punta a punta, ¿es muy difícil de atender?

-Andalucía está a la cabeza de España en patrimonio histórico, en cantidad y calidad, porque partimos del hecho de que esta tierra ha sido protagonista de la historia en muchas etapas, sin desmerecer a otras regiones. Desde la prehistoria hasta el siglo XVIII, lo principal del patrimonio de este país radica en Andalucía. Es una bendita dificultad.

-En tiempos de presupuestos cortos, y considerando que la cultura no suele salir muy bien parada, ¿le preocupa no contar con recursos?

-He tenido etapas con recursos restrictivos, pero tengo que decir que aquí es todo lo contrario. La Consejería de Cultura ha dotado al IAPH para el 2020 con más de seis millones de presupuesto. Es un ejemplo de cómo la Consejería vela por el patrimonio.

-¿Dónde coloca a Córdoba respecto a Andalucía en cuanto a sus valores patrimoniales?

-En mi corazón, en primer lugar. Objetivamente hablando, Córdoba está entre las primeras de Andalucía porque ha sido capital romana, omeya, de la frontera cristiana y también se benefició de la riqueza que venía de América. Y esto conlleva una gran responsabilidad para divulgar y restaurar su patrimonio.

-Medina Azahara vive una nueva etapa con su declaración mundial, pero, ¿qué podemos esperar los cordobeses en cuanto a yacimientos como Ategua, Torreparedones o Cercadilla?

-Creo que Torreparedones es un ejemplo de cómo se está restaurando y divulgando la cultura. A Cercadilla se le puede sacar mucho partido y Ategua quizá sea un poco la asignatura pendiente. Es un yacimiento de primera magnitud que no se ha cuidado hasta ahora y habrá que hacerlo.

-¿Qué opina del binomio patrimonio histórico-turismo?

-Es un binomio maravilloso y Andalucía tiene que explotar el turismo cultural porque es una fuente de riqueza, de progreso, de educación. Aunque, en mi opinión, el turismo siempre debe supeditarse al patrimonio cultural, nunca al revés.

-¿Qué le queda a Andalucía para llegar a un equilibrio entre turismo y respeto a la historia?

-Que los andaluces tomen conciencia de la magnitud de su patrimonio, lo conozcan y se sientan orgullosos de él.

-Tiene una importante faceta como escritor. ¿Encontrará inspiración entre sus nuevas paredes?

-Si no encuentro inspiración aquí, es que soy tonto. Estoy en un lugar histórico, y la inspiración llega por todas partes. Quizá lo que falte ahora es el tiempo.

-¿No le ha dado pena volver a abandonar la docencia?

-Esa vocación de servicio, de enseñar, la traslado a todos mis trabajos. Ahora soy como un profesor de Patrimonio para toda Andalucía.