La poesía rompedora de Estefanía Cabello ha sido una de las protagonistas de la jornada de este martes en el festival Cosmopoética, que ha tenidoi un claro matiz cordobés con la presencia de autores como Antonio Luis Ginés, que también recitó sus versos junto al poeta pacense Francisco José Chamorro. Como no podía ser de otra manera, la jornada poética ha finalizado con música de la mano de Violeta Gil y Abraham Boba, que interpretaron en la Sala Orive el espectáculo Antes de que tiréis mis cosas. «Busco en la poesía una manera de conocer lo que ya conozco», reconoció en un encuentro con periodistas la poeta cordobesa, que intervino en la Sala Orive junto al autor salamantino Jorge Barco. Inquieta, tanto a nivel intelectual como personal -ha vivido en numerosos países-, los cordobeses tuvieron la oportunidad de disfrutar de sus versos, muchos de ellos inéditos, ya que puso en práctica un ejemplo de su última creación, finalista del premio Adonais, El cielo roto de Shangai, y algunos de los poemas del libro que actualmente escribe.

«Tenía muchas ganas de volver a Cosmopoética después de dos años fuera de la ciudad», aseguró la poeta, que quiso comprobar «qué tal funcionan de cara al público» sus nuevos versos. En cuanto a su obra, considera que el poemario presentado al Adonais es «visceral», manifestando su sorpresa al quedar finalista de un premio «de una línea totalmente diferente a la mía». «Son poemas que hablan mucho de la tecnología, del individualismo, mezcla tonos, a veces elevados, a veces vulgares», lo que fue «un riesgo».

Tras hablar del ser humano perdido en grandes países, rodeados de enormes multitudes, tema surgido de su experiencia en China, Cabello se ha adentrado ahora en una obra en la que vuelve a retarse a sí misma con una introspección, una creación de un reino mítico de amor, de paz, donde el ser humano puede buscarse. «Son formas mucho más bucólicas, vuelvo a la naturaleza y me reinterpreto a mí misma», dijo. En cuanto a la obra La teoría de los autómatas, la poeta reconoció que le resulta «fácil» adentrase en las nuevas tecnologías, aunque con una relación de «amor odio».

«Es imposible que no te toque de alguna manera el auge de las redes sociales, y más si eres creador, lo que me movió a crear estos dos primeros libros». Volver a conocer el mundo, reinterpretarlo y conocerse a sí misma son los retos que se impone esta poeta cordobesa la hora de crear. Respecto a la desigualdad, ha asegurado que «nunca me sentí desplazada, siempre encontré muchas oportunidades», aunque, reconoce, «es verdad que sigue habiendo un gran amor por lo masculino» en el mundo de la literatura y un gran peso de los hombres en los jurados literarios.

En sus viajes ha acumulado una experiencia que ha volcado en su obra, pero, sin embargo, este periplo le ha hecho ver «con ojos nuevos» la ciudad de Córdoba. Sobre sus influencias, se considera «deudora» de Juana Castro y el grupo Cántico: «Debo más a las generaciones anteriores que no he conocido que al contacto con los autores de mi generación» señaló la poeta cordobesa.

Tras el encuentro de Estefanía y Cabello y Jorge Barco, la sala Orive acogió las lecturas poéticas de Antonio Luis Ginés y Francisco José Chamorro. El cordobés centró su intervención en un recorrido cronológico por sus poemas publicados, dedicando la segunda parte a algunos inéditos a la espera de ver la luz. Así, desde Picado suave sobre el agua (2009), el autor seleccionó una serie de versos que reflejan sus distintas etapas y temáticas como poeta.

Sin perder su sello, muestra en sus nuevos versos un avance en otras direcciones, con contenidos y estructuras diferentes y una implicación más personal. Durante su recorrido poético, Ginés se alejó de lo convencional, eligiendo textos apenas leídos y que no han sido la bandera que ha manejado normalmente, dando otra perspectiva a la lectura. Por su parte, Chamorro también eligió algunos de los versos que más han significado en su trayectoria.

Casa Góngora

La innovadora experiencia Diylab. Do it yourself, realizada el pasado fin de semana en la Casa Góngora e integrada por unos microtalleres, tanto de poesía como de natrrativa e ilustración, tendrá como resultado una publicación que saldrá el último día del festival cordobés de versos. En ella, los alumnos han tenido como formadores a Carlos Pardo (poesía), Lara Moreno (narrativa) y María Hesse, que han dado rienda suelta a su creación.

De todos los trabajos, se han escogido los que al jurado -compuesto por diversas personalidades artísticas- les ha parecido más interesantes y todos ellos se incluirán en esta publicación, dirigida por Javier Fernández. Este proyecto tiene como objetivo, además del formativo, el de promocionar la obra de estos nuevos creadores.

Violeta Gil y Abraham Boba, durante el espectáculo 'Antes de que tiréis mis cosas', en Cosmopoética.

Palabra y música

El broche musical de la quinta jornada de Cosmopoética corrió a cargo del duo formado por Violeta Gil y Abraham Boba, que presentaron la performance titulada Antes de que tiréis mis cosas, donde los artistas unen palabra y música. Así, la Sala Orive volvió a ser escenario de un innovador espectáculo en el que Gil, conocida por su faceta creadora y por ser una de las tres fundadoras de la compañía de teatro La tristura, escenifica su primer poemario, Antes de que tiréis mis cosas, un libro personal y generacional basado en su estancia en Iowa (Estados Unidos) y «escrito para ser dicho», según explica la autora, que integra la literatura al campo de lo performático en un show en el que mezcla diferentes pulsiones, escenificando sus versos con su propia voz y con la música de Abraham Boba (León Benavente).

Además, el parque Pepita Jiménez acogió con Chico Herrera el ciclo La vida a versos, que acerca la poesía a través de la música a personas con discapacidad.