El día 2 de septiembre, a las seis de la mañana, el periodista Jesús Vigorra despertará a los andaluces con el programa matinal de Canal Sur Radio, adonde regresa para sustituir a Tom Martín Benítez después de tres años apartado de las ondas, algo que, reconoce, ha echado mucho de menos. Entre sus objetivos figura dar voz a la gente y ayudar a todo ciudadano que tenga un problema, su «santo y seña» y una de sus «fijaciones».

-Regresa a la radio, nada menos que para encargarse del horario estelar de las ondas. ¿Cómo afronta el reto?

-Entusiasmado. Después de 20 años haciendo El Público, en estos tres últimos que he estado apartado he echado mucho de menos la radio, el contacto con el público y, sobre todo, sentirme útil. La parte del programa en la que la gente llamaba contando sus problemas hacía que al final del día me sintiera útil. Y lo añoro.

-Después de 22 años al frente, Tom Martín Benítez deja el programa que usted comenzará a conducir. ¿Teme las comparaciones?

-No. A Tom lo he reconocido siempre como un maestro. Voy a competir, pero de puertas afuera.

-¿Cuáles son sus objetivos en esta nueva tarea?

-Pretendo que los andaluces se sientan orgullosos de su tierra, lo primero, y después, de Canal Sur Radio, su radio.

-Es un periodista muy vinculado a los libros, a la cultura. ¿Dedicará un espacio a estos temas?

-Por supuesto. El programa es enorme, comenzará a las seis de la mañana y acabará a las doce. Habrá una parte más informativa al principio y luego un tiempo dedicado a ayudar a la gente con problemas, mi santo y seña, que se llamará El público tiene la palabra. Por último, la cultura será protagonista con los escritores, músicos, los colectivos, etcétera. No sería un programa de Jesús Vigorra si no compartiéramos cultura, y no en el sentido elitista, que no me gusta absolutamente nada, sino en el aspecto de abrir a la gente otros mundos para vivirlos.

-A lo largo de 20 temporadas estuvo al frente de ‘El público’, un programa líder en su franja horaria que llegó a tener más de 200.000 seguidores. ¿Cuál cree que fue el secreto del éxito?

-Darle voz a la gente. Tardé mucho en dar con la tecla, pero un día me pregunté por qué no dar la oportunidad a los ciudadanos de contar sus problemas, los de su calle o sus vecinos. Ese año competíamos en esa franja horaria con los grandes de la radio y eso fue una bocanada de aire fresco. En ese tiempo contabilizamos más de 30.000 quejas. Nosotros destapamos las famosas Preferentes y las cláusulas suelo, y jamás nos pusieron colorados ni tuvimos ninguna denuncia.

-Últimamente se ha dedicado a la televisión. ¿Dónde se siente más cómodo, ante las cámaras o ante el micrófono?

-En la radio, porque en ese medio eres tú. La televisión me gusta y me parece un medio de comunicación con muchas posibilidades, especialmente para la cultura, aunque no se utiliza para ello, pero en la radio tu voz dice cómo estás en ese momento, cómo te sientes, y la imaginación es explosiva. Yo creo mucho en la radio y, además, es barata. Competir en televisión es muy caro.

-¿Qué papel juega la radio en la sociedad de hoy?

-Yo creo que es fundamental. Mi fijación es tratar de que la gente no solo sepa lo que está pasando, sino hacer que lo entienda, explicarlo.

-¿Cómo lleva los madrugones?

-Mal, muy mal. Me estoy entrenando este verano. No he madrugado nunca con mis trabajos. Carlos Herrera me ha recomendado disciplina y una serie de cosas que tengo que hacer, como despedirme de las cenas con los amigos o los espectáculos, a los que yo acudo mucho, pero no podía dejar pasar esto, me habría arrepentido.