Margarita Escarpa, con su recital del 7 de julio, ha sido la novedad este año en los conciertos de guitarra clásica del Festival de la Guitarra de Córdoba. Antes de comenzar nos explicó que su concierto iba a tener como hilo conductor la música del compositor F. Chopin, quien no escribió para guitarra, pero tuvo una gran influencia en la música de su tiempo y en compositores e intérpretes posteriores.

Con esta estética, con un sonido cuidado, buscando colores y timbres, lleno de sutilezas en ocasiones con un pianissimo casi imperceptible, pero en el que se podían encontrar todas las notas y matices, nos deleitó con una serie de transcripciones de obras pianísticas en la primera parte. Comenzando con el propio Chopin, con dos preludios del Op.28, el segundo en forma de Mazurca, que le sirve para enlazar con la Mazurca de M. de Falla. Continuó con Pavana-Capricho de I. Albéniz, y con dos preludios de C. Debussy, con los títulos de La Puerta del vino (Habanera) y Minstrels. Y en la segunda parte una sucesión de valses: Vals de Chopin por Tárrega, Scherzo-Vals de Llobet, Valsa-Chôro y Tristorosa de H. Villa-Lobos.

Como final a cada una de las partes, introdujo obras originales para guitarra un poco más alejadas del estilo predominante, en las que demostró solvencia técnica. Capriccio diabólico (Omaggio a Paganini) de M. Castelnuovo-Tedesco, y Homagge à Villa-Lobos de R. Dyens.