La escritora Julia Navarro presentó ayer en la librería Luque su última novela, Tú no matarás, con la que traslada al lector a la posguerra española para relatar el exilio de un grupo de amigos atrapados en los acontecimientos del siglo XX. Satisfecha del recorrido que ha tenido su última obra, desde su salida en octubre del año pasado, y pese a que adentrarse en esa época de la historia de España le ha resultado «difícil» porque «la dureza de la vida cotidiana en los años 40 era terrible», la autora asegura que la guerra civil es un episodio superado por la sociedad española del siglo XXI, aunque, matiza, «que Franco esté enterrado con sus víctimas resulta insoportable, y eso hay que arreglarlo». «Creo que el Estado tiene resortes suficientes para sacar al dictador del Valle de los Caídos y que la familia lo entierre en un lugar privado y no en la Almudena, eso sería una burla». Por otro lado, el Estado «tiene la obligación de aportar los medios necesarios para que las familias que tienen a sus seres queridos enterrados en las cunetas los puedan rescatar».

Volviendo a la novela, la escritora describe una España en la que «la represión era brutal, los fusilamientos estaban en el orden del día, la miseria campaba por todas partes y, sobre todo, España eras un país que había perdido la esperanza». Un panorama desolador que, al descubrirlo, supuso toda una «sacudida» para la autora. Aunque en sus novelas pesan más los personajes, la condición humana, Navarro aseguró que ha elegido este contexto «porque si hay un momento en el que se puede ahondar en eso es en una situación de tragedia, de dolor, de falta de esperanza», aunque ella también mira a la Europa de ese momento. De hecho, la acción transcurre en tres importantes ciudades -Madrid, Alejandía y Paris-, lo que, según la escritora, se debe a su «sentido global del mundo» y a su «curiosidad por lo que sucede a su alrededor». «En todas mis novelas cojo al lector de la mano y me lo llevo de viaje», señaló.

Por último, manifestó su satisfacción al pisar una librería centenaria como la Luque. «Para mí es no solo un honor, sino un privilegio, poder formar parte de las celebraciones de este aniversario» porque «las librerías están pasando un momento difícil y, sin embargo, son un lugar donde transcurre la cultura, de encuentro, de diálogo, donde el librero te va conociendo y te aconseja», dijo, añadiendo que «Córdoba debe sentirse orgullosa de tener una librería como esta».