De todos es conocida la relación de Miguel de Cervantes con Córdoba, y este es uno de los motivos que ha provocado que en el próximo concierto extraordinario de la Orquesta del Día de Andalucía la estrella sea el personaje de Don Quijote, a través de un programa que incluye lírica de alto nivel con la intervención de los cantantes cordobeses Pablo García López y Auxiliadora Toledano, a quienes acompañará el prestigioso tenor mexicano Francisco Araiza en la obra El retablo de Maese Pedro, de Manuel de Falla. Bajo la dirección del director titular de la formación, Carlos Domínguez-Nieto, el repertorio hace un recorrido por la historia musical de este personaje de Cervantes desde el Barroco hasta el siglo XX, con obras de Ruperto Chapí, Joseph Bodin de Boismortier, Antón García Abril y Jesús Guridi.

Durante la presentación del concierto, Domínguez Nieto se ha mostrado hoy «muy feliz» al poder llevar a cabo este programa «tan especial» en su primera temporada al frente de la formación cordobesa, sobre todo al haber unido a estos tres solistas, dos de ellos «cantantes de la nueva generación que se están abriendo camino en el mercado nacional e internacional», algo que se complementa con la actuación de Araiza, «uno de los grandes tenores del siglo XX». «Ha sido una suerte que pueda venir a cantar a Córdoba, además, en un rol que nunca ha hecho, ya que no es de tenor sino de barítono», ha señalado respecto al mexicano.

También han asistido a la presentación de este concierto García López y Toledano, que manifestaron su agradecimiento y entusiasmo ante esta actuación. «El retablo de Maese Pedro me parece una de las obras de Falla más especiales dentro de toda su trayectoria y es muy diferente a lo que conocemos de él», ha explicado la soprano, que reconoce que su papel en este concierto también es «muy distinto» a los que suele dar vida. En cuanto a Araiza, ha asegurado que es «un honor» compartir escenario con él, ya que es «una figura internacional y un gran maestro, además de una persona de gran categoría humana». Por último, ante la ausencia de escenografía, la cantante ha instado al publico a ir a este concierto «documentado» sobre esta pieza porque «es una música muy especial, que tiene momentos sublimes y te puede hacer viajara a otros lugares». También para García López es un privilegio actuar junto a Araiza, un tenor en el que se ha inspirado. El cantante ha aprovechado la ocasión para manifestar su deseo de acercar al público la música clásica, una tarea «en la que debemos unirnos todos, los conservatorios, la Orquesta y las instituciones». En este sentido, la gerente de la Orquesta, Estefanía Montes, ha hecho hincapié en el papel de la Orquesta como «potenciador de nuestros principales valores». «Seguimos en la senda de aunar esfuerzos con todas las entidades que en la ciudad ponen en valor la música clásica».

Por su parte, el delegado municipal de Cultura, David Luque, ha destacado la intervención en este concierto, que se celebrará el día 28 de febrero y se repetirá el 1 de marzo, de dos figuras cordobesas cuyas carreras suponen «un orgullo para esta ciudad», ya que desde Córdoba, donde se formaron, «han traspasado fronteras». Los abonados tendrán un 25% de descuento para asistir a esta actuación y si se compran dos entradas el precio disminuye un 10%.

OBRAS POCO CONOCIDAS

En la literatura de la música clásica hay un gran repertorio de obras dedicado al El Quijote y la idea de Carlos Domínguez Niero ha sido ofrecer «un pequeño detalle» de cada periodo histórico. Así, el concierto comienza con una zarzuela de Ruperto Chapí, La venta de Don Quijote (1902). Le seguirá una pequeña incursión en una obra de la época barroca y, aunque hay bastantes piezas de este periodo que se centran en este personaje, el director ha elegido Don Quichotte chez la Duchesse (1743), de Josep Bodin de Boismortier. «No se suele tocar mucho y me parecía importante hacer la obra de un francés que tiene mucha relación con España», ha explicado el director. Continuará el concierto con una obra clásica del siglo XX de Antón Garcái Abril, Canción y danza para Dulcinea (1992), una música bastante actual, pero con un lenguaje muy clásico, según el maestro. Por último, y antes de culminar con El retablo de Maese Pedro, se pondrá en atril una obra de Jesús Guridi, un compositor español «muy olvidado» a juicio del director, que ha elegido una pieza, Una aventura de Don Quijote (1916), que «casi nunca se toca», de hecho, «no fue fácil conseguir los materiales», concluyó. En general, un programa de obras poco conocidas.