El actor Rami Malek sabía que encarnar a Freddie Mercury iba a convertirse en uno de retos profesionales más importantes de su carrera. Lo habíamos visto como secundario en numerosas películas y brillar en la pequeña pantalla en series como ‘The Pacific’ y sobre todo ‘Mr. Robot’. Pero necesitaba un empujón para consolidarse dentro de la industria, y sobre todo para demostrar su talento por encima de cualquier tipo de controversia que hubiera podido generar el proceso de preparación y rodaje de ‘Bohemian rhapsody’, desde la marcha de Sacha Baron Cohen por desavenencias con Queen hasta la desaparición del director Bryan Singer casi al final del rodaje. Quizás por esa razón, el actor termina convirtiéndose sin ninguna duda en la imagen totémica de una película que se introduce en la figura del cantante analizando sus luces y sus sombras.

Buena parte de la trama gira en torno al concierto Live Aid que se celebró en el Estadio Wembley en 1985. ¿Por qué piensa que fue tan icónico?

Fue la primera vez que el mundo se junto por un instante para tratar de ayudar. Se tomó conciencia del problema de la hambruna en África. Y todas las bandas participantes quisieron estar a la altura. Además, si se piensa en la música de los ochenta, todos los grandes actuaron allí. En el caso de Queen, supuso su regreso a los escenarios después de un tiempo separados, así que tuvo un impacto épico todavía mayor.

‘Bohemian rhapsody’ sigue desde sus inicios la trayectoria de Queen, pero sobre todo intenta ahondar en las contradicciones de Freddie Mercury. ¿Es en realidad una película sobre la identidad y sobre la necesidad de aceptarse a uno mismo?

Totalmente. Desde el principio asumí que lo importante era interpretarlo en toda su dimensión poliédrica. Mis padres son egipcios, pero yo nací en Estados Unidos y la familia de Freddie procedía de Zanzíbar. Siempre tuvo una relación complicada con sus orígenes y su proceso de integración fue complicado. Si a eso le sumamos que su sexualidad era diferente en un momento de una gran intolerancia y homofobia en el seno de la sociedad, todavía se sentía más excluido. Así que supongo que fue un proceso duro de autodescubrimiento. Y eso lo define como artista también. Como se dice en la película, “ser humano es una condición que necesita de anestesia”.

Debe de ser difícil para usted contestar preguntas durante la promoción de la película sobre lo que sentía o pensaba Freddie.

Me siento rarísimo con eso. No tengo ninguna potestad a la hora de hablar en su nombre. Pero lo que sí he aprendido de él a través de los que le conocieron, es su gran calidad humana. No necesitaba tener delante un foco para ser una persona generosa.

¿Qué fue lo más complicado a la hora de meterse en su piel?

Todo fue difícil. Hubo un momento que sentí sobre mí una presión castradora que me incapacitaba por completo. Así que lo primero que intenté fue aprender sus movimientos. Ese fue el primer paso para empezar a tomar confianza, el aspecto físico. Luego ya vendría ahondar por dentro. Pero aprender a moverme como Freddie fue fundamental en el proceso. Hay una elegancia en él innata que me hizo controlar mi cuerpo de una manera diferente. Eso me empoderó, me hizo sentir poderoso.

La película ha atravesado toda clase de controversias, ¿cree que mucha gente está pendiente de sacar cualquier fallo para cargar contra ella?

Los que busquen una autenticidad completa, que vayan a ver un documental. Es verdad que hay mucha gente que está deseando ver las imperfecciones y creo que tiene que ver con nuestra propia naturaleza como seres humanos. Somos críticos con nosotros mismos y también con los demás. Otra cosa es que esas voces solo quieran escucharse a sí mismas.

Una de las críticas es que la vida de Mercury se plasma de una manera demasiado light para contentar a las grandes audiencias, para que no moleste a nadie.

No creo que haya que hacerlo todo explícito. No necesitamos ver a Freddie en una orgía o consumiendo droga. Si ves en la mesa un poco de polvo blanco, ya puedes imaginar lo que ha pasado. Es mejor utilizar el metraje contando otras cosas más interesantes de su vida, ¿no?

¿Con qué canción de Queen se queda?

Con ‘Lily of the valley’ y con ‘You take my breathe away’. Son tan profundas y bellas… me emocionan mucho.