Hasta hace solo un día, Isaki Lacuesta (Girona, 1975) era solamente -es una forma de hablar— uno de los cineastas más intrépidos y estimulantes del cine español actual, un autor que ha pasado toda su carrera esquivando etiquetados y pillándonos a contrapié, y cuya creatividad se extiende entre el cine, la televisión, el videoarte y formatos audiovisuales que siguen desafiando la categorización. Pero desde ahora es mucho más que eso; desde ahora ha hecho historia. La Concha de Oro que el Festival de San Sebastián le acaba de otorgar gracias a su Entre dos aguas lo convierte en uno de los poquísimos autores que han ganado el prestigioso galardón en dos ocasiones --lo obtuvo por primera vez en 2011 gracias a Los pasos dobles--. La lista la componen Francis Ford Coppola, Arturo Ripstein, Imanol Uribe, Manuel Gutiérrez Aragón, Bahman Ghobadi y, desde ya, también Isaki Lacuesta. No es un mal grupo al que pertenecer.

Secuela reconocida de La leyenda del tiempo (2006), la ficción -¿o era documental?- que inspiró buena parte del cine hecho posteriormente en nuestro país, el séptimo largometraje del gironí es una reflexión sobre las ilusiones rotas y la búsqueda de la redención.

A partir de aquí, situémonos. Como el de todos los festivales de cine, el jurado de la 66º edición de Zinemaldia es un grupo de personas que se dedican a cosas distintas y a las que se presupone buen gusto pero que no necesariamente coinciden plenamente en qué distingue a una buena película. Esa probable discrepancia daría a entender que los jueces han sido más proclives a premiar no las obras que más acérrimas defensas obtuvieron entre ellos sino a las que menos enemigos se granjearon, y explicaría la ausencia del palmarés tanto de In Fabric como sobre todo de High Life, dos obras mayúsculas pero del todo incapaces de generar consenso. Por otra parte, si damos esa teoría por buena, ¿cómo justificar el Premio Especial del Jurado concedido a Alpha: The Right to Kill?.

Es cierto que ninguna pega puede ponérseles al resto del palmarés. Ganador al Mejor Director, Benjamín Naishtat, con Rojo. Tiene pleno sentido el galardón al Mejor Actor concedido a su protagonista, Darío Grandinetti. El premio a la Mejor Actriz, a la noruega Pia Tjelta en Blind Spot. Por último, premio ex aequo al Mejor Guion para Paul Laverty por Yuli y la comedia Un hombre fiel, coescrita entre Louis Garrel y Jean-Claude Carrière.