El abogado, político y escritor Carmelo Casaño ha cedido su biblioteca al Círculo de la Amistad, un legado de unos 3.400 volúmenes que desde ahora formarán parte de la extensa e importante biblioteca de la que goza la institución. «Cada día me hago más viejo y no quería que mis libros se disgregasen», dijo Casaño durante el acto de la donación, celebrado ayer en el Círculo de la Amistad con la presencia de Manuel Gahete, consiliario de la institución; Rafael Mir, socio del Círculo de la Amistad e impulsor de la iniciativa, y José Cruz, cronista de la entidad.

«Quería buscar un lugar adecuado para mis libros y, finalmente, ha surgido esta posibilidad», continuó Casaño, que confiesa que durante toda su vida ha tenido «una larga relación con ellos, porque, aunque también he escrito, lo que más he hecho ha sido leer. Les tengo un gran afecto, por lo que he querido que pervivan», ya que «siempre he tratado a los libros como criaturas impresas y, por tanto, hay una relación afectiva».

Reconoce que su biblioteca no tiene ningún incunable, pero con el trascurso del tiempo, la mitad de sus libros están ya descatalogados, por lo que «sería muy complicado encontralos ahora», dice el escritor, que asegura que, «en términos generales», es una biblioteca muy variada, donde hay de todo», destacando especialmente biografías y memorias, que es por lo que más se ha sentido atraído a la hora de la lectura.

«Yo siempre he leído de todo», señaló Casaño, que explicó que la novela no es lo que más predomina en la colección, en la que sí destacan ensayos filosóficos y libros de historia local y nacional de los que ahora podrán disponer todos los socios del Círculo e investigadores.

Por su parte, Gahete subrayó que la biblioteca del Círculo de la Amistad es «impresionante y magnífica», a la que ahora se unen los ejemplares de Casaño, «toda una personalidad, un hombre muy influyente en el terreno político y comprometido con la cultura de Córdoba, igual que el Círculo». Para llegar a este acuerdo «ha habido un proceso», explicó Gahete, y ha sido la licenciada en Filología Hispánica María Moreno la encargada de realizar el inventario y traslado de los fondos al Círculo. Por último, Rafael Mir calificó esta donación como algo «importante», destacando que los libros son de una «época interesantísima y pueden servir de mucha ayuda a los investigadores».