Hoy ha comenzado en el recinto de El Arenal el montaje del escenario sobre el que Ricky Martin ofrecerá su espectáculo el próximo sábado, aunque no será hasta el viernes cuando lleguen los veinte trailers que se necesitan para transportar la infraestructura completa de la escenografía del concierto, para cuya construcción son necesarias unas cien personas, según señala la organización.

Con las entradas agotadas en un recinto que acogerá a unas 15.000 personas, el cantante latino de origen puertoriqueño Ricky Martin promete finalizar su gira española en Córdoba con un espectáculo lleno de ritmo, cargado de sensualidad y con muchas sorpresas, que harán las delicias de sus fans desde los primeros instantes de la gala, ya que el montaje, donde el dance, el rock y las baladas son protagonistas, comienza con fuerza, desgranando a partir de ahí un recorrido antológico por sus más de 25 años de carrera en el mundo de la música. Pero su repertorio no vive solo de hits pasados como 'La bomba', 'La copa de la vida', 'Por arriba, por abajo' o 'Mordidita'. También estarán 'Fiebre', su reciente tema en asociación con Wisin & Wander, y 'Vente pa ca', un dueto con Maluma, que le han acercado a un territorio urbano con el que ha ganado adeptos en el sector más juvenil del público.

El show, que se desarrollará en los alrededores de la Caseta Municipal, es una extensión del 'One World Tour' que arrancó en Oceanía, aunque ha hecho muchas variaciones tanto en el orden de las canciones que interpreta, como en las coreografías y vestuario. En este último aspecto, el cantante seguirá mostrándose igual de sexy que siempre, pero cambia su atractiva falda romana por una bata larga dorada.

Sobre un escenario de 14 por 18 metros, veinte personas, entre bailarines y músicos, acompañan al artista en un espectáculo que cuenta con extraordinarios juegos de iluminación, diseñados con más de 150 luces móviles y cinco pantallas de vídeo de alta definición. Una moderna escenografía en sincronía con el aspecto visual y musical. Cambios de vestuario y vibrantes coreografías complementan la proyección escénica del artista, que desde el primer momento cautiva la atención del público.

Según señala la organización, el espectáculo se compone de cuatro fases: dance, rock, baladas y tribal, con un repertorio que transporta a la audiencia por distintos estados emocionales y rítmicos, a la vez que por su amplia trayectoria musical.