El Museo de Bellas Artes inauguró ayer una exposición en la que ha puesto al día todos sus fondos en diferentes soportes relacionados con Murillo y su escuela. Un total de ochenta y tres obras - veinte pinturas, cincuenta dibujos y trece grabados- han sido debidamente catalogadas y en algún caso restaurada. De todos estos trabajos, fruto de varios años y de diversas personas, se dará cumplida cuenta cuando se publique el catálogo, que editará la Consejería de Cultura, según señaló el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Francisco Alcalde.

En la muestra, que estará abierta hasta el próximo día 25 de noviembre, se exhiben 30 de estas piezas: seis pinturas, siete grabados y diecisiete dibujos. Incluyen un borrón al óleo y tres dibujos que el museo ha pasado a considerar originales de Murillo, y que hasta ahora eran prácticamente desconocidos. Se muestran junto a otras pinturas y dibujos de compañeros, seguidores y copistas, -en buena parte también inéditas-, como Francisco Herrera el Mozo, Pedro Núñez de Villavicencio, Cornelio Schut el joven, Francisco Meneses Osorio, Alonso Miguel de Tovar, Juan de Espinal, Andrés Pérez, o el Infante don Gabriel de Borbón.

El delegado señaló que «Córdoba y su rico Museo de Bellas Artes no podían quedar al margen de esta efeméride, pues los fondos de la escuela sevillana con los que cuenta presentan suficiente interés para que salten a primer plano, y ser conocidos tanto por los expertos como por el gran público, sumándose con ello a los grandes hechos expositivos e intelectuales celebrados y que están por celebrar en Sevilla». Alcalde añadió que «la actividad y proyección de la obra de Bartolomé Esteban Murillo fue de tal calibre, que no solo un buen numero de pintores siguieron muy directamente su manera de pintar, o los temas tratados por él con sus singulares composiciones, sino que su fama trascendió al siglo XVIII, en que se le siguió imitando, mientras sus obras se difundían mediante estampas».