La Capilla de los Escribanos del Archivo Provincial muestra hasta el 15 de marzo el mosaico Las cuatro estaciones, un ejemplar «muy singular» entre los escasos que hay en España, tanto por su época, el siglo IV, como por su calidad. Con la exposición de esta pieza en el lugar donde fue descubierta en 1873 se pretende mostrar esta «excepcional» obra del Museo Arqueológico, en cuya exposición permanente se integró en 1963 y donde volverá a ser expuesto tras la remodelación, «que no debería demorarse ya», del Palacio de los Páez, según señaló ayer el delegado territorial de Turismo, Cultura y Deporte, Francisco Alcalde.

Mientras tanto, los cordobeses y visitantes tienen ahora la oportunidad de conocer este singular mosaico en una exposición que se inserta en las actividades del 150 aniversario del Museo Arqueológico. El mosaico se califica como «excepcional» dentro del conjunto de este tipo de piezas que existe en la península y, aunque las estaciones han sido representadas en otros mucho mosaicos, «en muy pocos aparecen figuras de cuerpo entero, lo que lo hace tan singular, además de su buen estado de conservación», explicó el arqueólogo José Escudero, que subrayó que «se puede comparar con los mejores mosaicos».

En 1873, Ramírez de Arellano consigna en sus Paseos por Córdoba la aparición del mosaico de Las cuatro estaciones en el sótano de la casa de la plaza de la Compañía levantada en el solar de la antigua iglesia de Santo Domingo de Silos, justo en el lugar que ahora se muestra. Desde esa fecha, y hasta su ingreso en la colección del Museo Arqueologico en 1963, se desarrrolla todo un proceso de compraventa del mosaico por parte del Estado español, impulsado por el que fuera director del museo hasta 1958, Samuel de los Santos Gener .

Por otro lado, Alcalde destacó la colaboración entre el Museo Arqueológico y el Archivo Histórico para devolver la pieza a su originario entorno y arquitectónico, «un espacio urbano del centro de Córdoba que ha experimentado un continuo cambio de usos», según explicó el delegado de Cultura. Precisamente, la cooperación con el Archivo ha sido, en palabras de Alcalde, «esencial en el planteamiento metodológico de la exposición, pues esta se define, en primer lugar, como una colaboración interinstitucional que tiene como objetivo mostrar nuestro patrimonio histórico en común, intentando superar esa cierta tendencia a hacer de nuestras instituciones culturales entornos cerrados y un tanto impermeables a los intercambios que, por definición, son siempre enriquecedores»

RIQUEZA CULTURAL \ Por su parte, Alicia Córdoba, directora del Archivo Provincial, considera que ha sido un «acierto» poner en su contexto este mosaico, porque da una idea «de la gran riqueza cultural de que posee Córdoba a través de las civilizaciones que nos han precedido». «Sabemos mucho de la historia de este edificio, pero ahora hemos profundizado un poco más, llegando incluso a la parte romana, lo que nos ayuda a comprender más nuestra historia», explica.

Durante su intervención. José Escudero, que actuó en representación de María Dolores Baena, directora del Museo Arqueológico, señaló que esta exposición sigue el formato adquirido por el museo de realizar pequeñas exposiciones para destacar piezas con un valor patrimonial excepcional y singular. Aunque la estrella de la exposición es el propio mosaico, la muestra está acompañada de documentos que explican las circunstancias de su hallazgo y cuál ha sido el proceso que ha seguido este bien cultural desde que aparece hasta que ingresa en al colección del museo. Escudero explicó que desde 1925, año en el que Samuel de los Santos informa sobre la necesidad de comprar este mosaico, no se tuvieron más noticias de él hasta 1943, año en que una orden del Ministerio de Educación ordena la compra, y hay toda una serie de documentos en torno a esta operación de compraventa, que se formaliza el 10 de diciembre de 1963.