«Impactado» por el volumen de patrimonio histórico que posee Córdoba, una ciudad desconocida para él y que ahora está descubriendo, el canario Álvaro Rodríguez Fominaya se mueve ya con soltura entre los muros del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), aunque reconoce que aún está descifrando el complejo edificio del que se ha hecho cargo de su dirección artística recientemente, tras una trayectoria en la que ha trabajado en templos del arte contemporáneo como el Solomon R.Guggenheim de Nueva York o el ParaSite Art Space de Hong Kong. Ilusionado ante este gran reto, ahora espera llevar a cabo el proyecto con el que ganó la convocatoria pública para el cargo, y, sobre todo, hacer que el arte contemporáneo comience a ser algo tan habitual y valorado en Córdoba como su patrimonio histórico.

-Después de su periplo internacional en el mundo del arte contemporáneo, ¿qué le llevó a presentarse a la convocatoria para dirigir el C3A?

-Es la propuesta nueva más atractiva que existe en España ahora mismo. No hay ningún otro proyecto que se esté poniendo en marcha de este calibre y con esta tipología. Es un centro único y su naturaleza es trabajar directamente con los artistas, y eso es algo que realmente me gusta.

-¿Es su primera experiencia de este tipo?

-Siempre he trabajado muy cerca de los artistas, pero esta institución es única porque no hay ninguna otra que reúna estos mismos componentes bajo un mismo techo: residencias de artistas, mediateca, un teatro experimental... En lo que respecta a mi experiencia, quizá lo mas cercano fue mi trabajo como director ejecutivo del Para/Site/Art Space de Hong Kong, donde la prioridad era producir obras nuevas y facilitar el desarrollo de la producción de los artistas.

-¿Qué sensación le dio cuando conoció este vanguardista edifico ubicado frente a un monumento milenario como la Mezquita?

--Es un edifico que abruma, de una belleza extraordinaria, que se está convirtiendo en un centro de peregrinaje dentro del ámbito de la arquitectura. No va a ser fácil para trabajar porque es complejo y es un edificio al que todavía tenemos que tomar el pulso, lleva muy pocos meses de rodaje, aún no ha sido utilizado al cien por cien y nos tiene que ir indicando cual es la mejor forma de trabajar con la arquitectura.

-¿Cuáles son las líneas básicas de su proyecto para este centro?

-Me parece importante definir un marco conceptual básico a partir del cual vamos a ir desarrollando toda una serie de líneas de trabajo. Hablamos de público, de interdisciplinariedad y multidisplinariedad, y también traemos a esta mezcla un conjunto de conceptos que son temas, preocupaciones contemporáneas que nos van a ir dando el sustento organizativo de los contenidos. En el ámbito programático, habrá artistas en residencia, talleres impartidos por artistas, maestros de taller, además de exposiciones, la caja negra y la mediateca. Ahora tenemos que dotar de contenido a todos estos elementos.

-¿Piensa que será factible? ¿Qué cree que tendrá que sacrificar de su proyecto?

--Sí, será factible porque yo estoy pensando en los recursos y la arquitectura que tenemos. El proyecto que presenté es de ideas que vamos a ejecutar en base a una realidad presupuestaria que también tiene que ver con el contexto y la arquitectura. La idea de contexto es fundamental, porque queremos transformar Córdoba en un epicentro dentro del arte contemporáneo en Andalucía y más allá.

-¿Lo cree posible?

-Creo que es una realidad y lo vamos a ir viendo en los próximos años. Toda institución de rango cultural es un proyecto de largo recorrido. El C3A es fundamental para reequilibrar las estructuras dedicadas al arte dentro de Andalucía, es fundamental para crear otro nuevo epicentro que va atraer hacia Córdoba a artistas y públicos que antes no venían por aquí. En este sentido, también es muy importante que los ciudadanos de Córdoba se sientan orgullosos de una institución tan singular como la que tienen.

-El ‘leit motiv’ del C3A es la creación, pero cada vez se habla más de recinto expositivo y, de hecho, la primera gran apuesta ha sido la exposición sobre Espaliú. ¿Las circunstancias han hecho cambiar la hoja de ruta?

--Yo solo he visto una hoja de ruta. Soy consciente de que ha habido toda una serie de modificaciones sobre la idea que se tenía sobre el centro. A día de hoy, las exposiciones son un componente más y uno de los que más conecta con el público y nos permite mantener el edificio abierto y visitable durante la mayor parte del año, pero no es el único. Todos los demás programas están ahí y forman parte de esta estructura que no tiene tanta visibilidad de cara al visitante.

-El centro está adscrito a la misma agencia institucional que el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla (CAAC). ¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes de esta relación? ¿Hasta qué punto tiene independencia?

-En el ámbito artístico, toda la independencia. Hay que recordar que el director del C3A es Juan Antonio Álvarez Reyes, y yo me hago cargo de la dirección artística, lo que me da un plus de libertad porque no tengo que ocuparme de aspectos de carácter administrativo. Respecto a las ventajas o inconvenientes, es la única estructura que he conocido y no puedo decir las razones que han llevado a esta situación, pero resulta óptima porque el CAAC tiene un gran prestigio y se ha pactado con las distintas asociaciones.

-Las residencias y becas artísticas son quizá el principal objetivo del centro desde su génesis. ¿Cuál será el modelo?

--Se trata de un modelo de residencia de medio plazo, en el que los artistas, diez al año, estarán durante cinco meses. Es cercano al modelo del Colegio de España en París o la Academia de Roma y dará mucha libertad a los artistas. Les va a permitir utilizar todas las herramientas que tenemos en los talleres. Estas residencias de becas, de las que también habrá alguna dedicada a las artes escénicas, se ampliarán con otras a través de acuerdos puntuales con agencias culturales de todo el mundo, para que vengan artistas internacionales a producir obras nuevas. Habrá maestros de taller para la utilización del equipamiento, pero, en sentido estricto, no van a tener un tutor. Se hará una convocatoria pública con requisitos legales que se están desarrollando ahora con los letrados de la Junta, y en este sentido las residencias beca estarán limitadas a los ciudadanos de la Unión Europea. Es por eso que también tenemos interés en convocar otras residencias que estén financiadas por otras instituciones y que no tengan esta restricción de nacionalidad.

-Supongo que entre sus retos debe figurar acercar el arte contemporáneo a la ciudadanía. ¿Cree que le resultará difícil en una ciudad como Córdoba? ¿Cuáles serán las líneas a seguir en este sentido?

--Tenemos ahora mismo una serie de estrategias que tienen que ver con la interpretación y la educación, cuyo desarrollo ha sido prioritario desde que he llegado aquí, y ya estamos desarrollando una serie de iniciativas como visitas guiadas, talleres impartidos por artistas y por colaboradores del departamento de Educación, y se llevarán a cabo una serie de visitas específicas que van a descubrir los valores arquitectónicos del edificio de Nieto y Sobejano. Son iniciativas de largo plazo con las que queremos hacer del centro un lugar donde se pueda venir a vivir nuevas experiencias culturales, aquellas que no se puedan vivir en ningún otro sitio de la ciudad.

-¿Cómo trazará las relaciones con el contexto artístico andaluz y local?

--Los talleres van a estar abiertos a todos los artistas que quieran trabajar en ellos, previa presentación de un proyecto que tiene que ser validado. Va a ver una política activa expositiva con artistas andaluces, y también queremos que una parte de los residentes sean de Andalucía. No estamos hablando de reservar el C3A a artistas andaluces. La idea es de intercambio y mostrar lo que se produce más allá de las fronteras de Andalucía y contextualizar también la propia producción andaluza con el contexto internacional. Sin hablar de cuotas, habrá una presencia activa de artistas andaluces, tanto en el ámbito expositivo como en el de la producción y educativo.

-¿Cree que estamos en condiciones de aprovechar todos los recursos que posee el edificio?

--Es nuestra responsabilidad aprovechar este espacio y que tenga una utilidad para la comunidad artística y el público. El edificio tiene un enorme potencial que estamos ahora descubriendo.

-La Caja Negra es algo muy esperado y vendría muy bien como nuevo escenario en la ciudad. ¿Vamos a tardar mucho en verla en funcionamiento?

--La Caja Negra ya está en funcionamiento, aunque faltan algunos equipamientos y espero que en breve estén instalados. Habrá una programación desde ya.

-¿Cómo está resultando la convivencia con la Filmoteca?

--Desconocozco la polémica suscitada, pero creo que es un gran recurso para el C3A tener la Filmoteca como parte del centro. Es un recurso que trae otro tipo de público y encaja perfectamente dentro de la idea del proyecto de aunar bajo un mismo paraguas distintos tipos de público y que se disfrute de diferentes actividades. Pero siempre hay resistencia al cambio.

-No conocía Córdoba, pero, después de varias semanas aquí, ¿cómo ve la ciudad, culturalmente hablando?

--Tengo la sensación de que las artes escénicas están más desarrolladas que el arte contemporáneo y, en este sentido, creo que la oferta que vamos a ofrecer es fundamental para el tejido cultural de la ciudad y para el crecimiento de la comunidad artística de Córdoba.