Hay ediciones de los Oscar con sorpresas pero capítulo aparte en la historia merecerá la de este año. Moonlight, la poética creación de Barry Jenkins sobre la identidad sexual de un joven negro en un barrio marginal de Miami, ha sido coronada como mejor película por la Academia de Hollywood, uno de los tres galardones para la película junto al del guión adaptado y el de actor de reparto para Mahershala Ali. Y con el triunfo ha desbancado a la favorita, 'La La Land' que se ha llevado seis premios de sus 14 nominaciones, incluyendo la de mejor director para Damien Chazelle, el realizador más joven en conseguirlo. Pero si la sorpresa ha sido mayúscula para quienes siguen las quinielas (aunque no para los amantes del cine) lo que pasará a la historia es un error monumental en la gala que ha llevado por unos minutos a dar a 'La la land' por ganadora del premio gordo.

El enredo ha sido "culpa” de Warren Beaty, que presentaba ese último galardón. Tras unos titubeos ha leído La la land y todo el equipo del musical ha subido al escenario. Han empezado los discursos y estaban celebrando hasta que uno de los productores se ha dado cuenta del error. Ha dicho que el Oscar a mejor película era para Moonlight y parecía que era una de esas dedicatorias que suelen hacer los ganadores a sus competidores alabando su trabajo. Pero el productor ha insistido: no era cuestión de buenos modales y ha enseñado la papeleta, donde estaba escrito Moonlight. Beaty se había equivocado y había leído el sobre del premio anterior, el de mejor actriz para Emma Stone, protagonista de La La Land.

El malentendido será de lo más comentado y repetido en vídeos de esta 89ª edición de los Oscar pero no resta brillo al triunfo de una película exquisita y auténtica producida con solo millón y medio de dólares y que ha sido capaz de frenar la tendencia de los Oscar de dar su principal reconocimiento a películas que tratan sobre Hollywood. Pero La La Land no ha fracasado: además de los Oscar de Chazelle y Stone ha ganado por fotografía, diseño de producción, banda sonora y canción (City of Stars).

'MANCHESTER FRENTE AL MAR'

Los Oscar han reconocido también como actor protagonista a Casey Affleck por su trabajo en Manchester frente al mar, el drama por el que el director Kenneth Lonergan ha ganado el Oscar al mejor guión original. Y aunque ese galardón ha dejado sin su tercer Oscar a Denzel Washington, su adaptación de la obra de August Wilson Fences ha llevado por fin al Oscar a Viola Davis, una de las mejores intérpretes de Estados Unidos, que ha conseguido su primera estatuilla como actriz de reparto.

Aunque algo menos política de lo que podía esperarse en la primera edición de los Oscar bajo la presidencia de Donald Trump, la gala ha estado salpicada de mensajes sobre sus políticas y los miedos y el rechazo que ha generado. Algunos han sido gestos, como la elección por Ava DuVernay del vestido de un diseñador de un país de mayoría musulmana (Arabia Saudí) o el lazo azul en apoyo a la Unión Americana de Libertades Civiles que han lucido estrellas como Jenkins, Ruth Negga o Lin-Manuel Miranda.

ALUSIONES A TRUMP

Otros muchos han estado salpicados de humor gracias a Kimmy Kimmel, el cómico y maestro de ceremonias, que ha bromeado entre otras cosas sobre la tendencia de Trump a tuitear a tempranas horas de la mañana "cuando va al baño” y que ha ironizado con las críticas del presidente a Meryl Streep como actriz "sobrevalorada”.

Pero muchos otros mensajes han sido absolutamente serios. Entre ellos ha destacado el comunicado que ha enviado el iraní Ashgar Farhadi, que ha ganado su segundo Oscar por El viajante y que decidió no viajar a EEUU en protesta por el veto de Trump a refugiados e inmigrantes de Irán y otros seis países de mayoría musulmana. Farhadi ha calificado de "inhumana” la norma y ha asegurado: "Dividir al mundo entre las categorías de nosotros y nuestros enemigos crea miedo. Una engañosa justificación para la agresión y la guerra”.

Ha habido más mensajes sobre el momento de tensión política despertado por la elección de Trump, a menudo sin citar su nombre. Uno de los directores de Zootrópolis, ganadora en categoría de animación, ha hablado de su película como una historia que muestra que la "tolerancia es más poderosa que el miedo al otro”. Y al presentar las categorías de animación Gael García Bernal ha logrado una ovación tras decir: "Como mexicano, latinoamericano, trabajador inmigrante y como ser humano estoy contra cualquier tipo de muro que quiera separarnos”.

POR LA EDUCACIÓN PÚBLICA

Se han escuchado también mensajes a favor de la educación pública y de las artes (cuya mínima financiación federal Trump planea eliminar). El director del documental galardonado, el monumental OJ: Made in América, ha dedicado el premio "a las víctimas de la brutalidad policial, la violencia racialmente motivada y la injusticia penal.” Y el director del corto documental premiado, The White Helmets, sobre un grupo civil de rescate en Siria, ha puesto a todos los asistentes en pie para pedir el final de la guerra.

Algunos no han tenido que decir nada para lanzar un mensaje de diversidad: Ali, el actor galardonado por Moonlight, es el primer musulmán que gana un Oscar.

Sing, un corto húngaro que cuenta la historia de unas niñas que se rebelan contra la injusticia de un adulto, ha dejado sin Oscar a Timecode, del catalán Juanjo Giménez. Dos estatuillas para Hasta el último hombre han confirmado la reconciliación de Hollywood con Mel Gibson. Y ha habido también un Oscar para La llegada (edición de sonido, que le ha dado la estatuilla a Kevin McConnell tras 21 nominaciones), así como para Escuadrón suicida (maquillaje y peluquería), Animales fantásticos y dónde encontrarlos (vestuario) y El libro de la selva (efectos visuales).