La Casa Góngora acogió ayer la presentación de un libro y una exposición en torno a la figura del historiador, político e intelectual cordobés Antonio Jaén Morente, que reunió a muchos de sus descendientes en un acto que también sirvió como emotivo «reencuentro familiar» y «retorno a la patria», según señaló Cristina Gorrell Jaén, una de sus nietas y coatura del libro, que actualmente vive en Estados Unidos y que califica a su abuelo como «un progresista convencido, con unos sentimientos liberales muy fuertes y grandes conocimientos de la historia y las personas, que, además, tenía un mensaje de paz y de convivencia», algo que «resalta este libro». Publicado por la editorial Utopía con el apoyo del Ayuntamiento, el volumen es una biografía ampliamente ilustrada en la que también ha intervenido Manuel Toribio García, que señaló que «es la biografía más completa que se ha hecho» sobre este personaje, «uno de los intelectuales más importantes de la Córdoba del siglo XX, sobre todo de la Segunda República», del que hay muchos aspectos que reseñar, «no solo el de historiador y político, sino su trabajo como profesor y como animador de la vida cultural de la ciudad».

«Hubo una Córdoba de allá, de América, la Córdoba transterrada, y Jaén Morente forma parte de ese grupo de exiliados, los vencidos de la guerra, y se debe dar a conocer su obra, porque nunca dejaron de escribir, de investigar sobre Córdoba, a la que siempre quisieron volver», subrayó Toribio. Al celebrarse, hace unos meses, el cincuenta aniversario de su muerte con una serie de actos organizados por el Ayuntamiento de Córdoba, se dieron los primeros pasos en torno a la recuperación de la obra y memoria de este ilustre cordobés y, en este sentido, la concejala Mar Téllez, que presidió el acto, señaló que «se trata de un magnífico libro, muy querido por la familia», con el que el Ayuntamiento rinde homenaje a este importante intelectual cordobés.

En cuanto a la exposición, se muestran documentos como su expediente de defunción, «porque dio orden de que todo eso llegara a la ciudad para que se tuviera noticia de ello», cuenta Toribio, que explicó que en esta muestra se recoge, a través de fotografías y documentos, sus distintas etapas y facetas, como la de profesor, destacando su paso como director del instituto Góngora en 1931, mostrándose el expediente que lo acredita como catedrático de Historia, entre otros aportados por la familia