El Instituto de Enseñanza Secundaria Séneca inauguró ayer la exposición que rinde homenaje al poeta cordobés Ricardo Molina por el centenario de su nacimiento. Este instituto contó con la presencia del autor en sus aulas, convirtiéndose, tal y como destacó ayer la delegada de Educación de la Junta en Córdoba, Esther Ruiz, en «el centro que lo vio nacer como alumno y también como profesor». Al acto de inauguración de la exposición asistieron, además de la delegada de Educación, algunos de los profesores del departamento de Literatura del instituto Séneca, «alma mater de la exposición», según el director del centro, Rafael Molina; y varios autores y compañeros del poeta, como Juana Castro, Pablo García Baena, José de Miguel o Bernd Dietz, entre otros.

La muestra, ubicada en la entrada del centro educativo y que podrá visitarse del 8 al 10 de febrero, es la primera exposición que se hace en la ciudad como reconocimiento al centenario del nacimiento de esta figura y «hemos tenido la suerte de ser los organizadores», según apuntó el director del IES Séneca, añadiendo que era «una oportunidad inigualable, gracias al elenco de poetas con el que hoy contamos». Por otro lado, la delegada de Educación destacó la labor del centro, que «sigue empujando hacia una educación de calidad», ya que, a través de este homenaje, «los alumnos van a acercarse al contexto cultural de la ciudad de Córdoba», insistiendo en que «tenemos que seguir impulsando este tipo de iniciativas culturales y artísticas» y destacando a la comunidad educativa del instituto Séneca como «centro de referencia de escuela pública de la capital». Ruiz añadió que la figura de Ricardo Molina «hay que recordarla y hacerla viva, y qué mejor que con una exposición y un acto literario», para conseguir «que no se olvide en el futuro».

Del mismo modo, el director del departamento de Literatura del centro docente, Felipe Muriel, destacó que «es una exposición que merece la pena tratar», sirviendo para «reivindicar el legado poético de Ricardo Molina y de Cántico». Este profesor, uno de los artífices del homenaje, realizó la visita inicial de la muestra, explicando vitrina por vitrina el contenido de esta, que incluye desde el expediente académico del autor hasta el facsímil que supuso el antecedente de la revista Cántico, además de objetos personales de Molina, como plumas o tinteros prestados por familiares directos de este. El resto de la exposición recoge las obras completas de Ricardo Molina, con una parte dedicada a su obra en prosa, sobre todo de artículos periodísticos, además de obras biográficas sobre su vida, escritas por autores y estudiosos de sus textos.

Tras la visita a la exposición, los asistentes, así como varios alumnos del centro, disfrutaron de la segunda fase del homenaje, que consistió en un acto poético y literario. Este recital contó con una primera parte compuesta por los testimonios personales de varios autores que conocieron y convivieron con Ricardo Molina, como Pablo García Baena, José de Miguel y Francisco Carrasco. Tras ello, tuvo lugar una segunda parte de diálogo con sus obras, en la que intervinieron Juana Castro, Carlos Clementson y Bernd Dietz. Los autores recitaron textos de Molina elegidos por ellos, a la vez que contaron con las intervenciones de varios alumnos del centro, quienes también eligieron obras del autor cordobés para «hacer oír sus voces», covirtiéndose así en un «homenaje para todos», como comentó el profesor Muriel. La delegada, quien también intervino en esta parte del homenaje, definió este acto literario como una «clase viva de literatura», con textos de Molina, «un homenaje merecido a un docente que lo dio todo en la historia de la literatura». Además, Ruiz señaló que «esta es la educación que necesitamos en Córdoba», destacando que la Delegación «seguirá estando al lado del patrimonio cultural y artístico que representa Ricardo Molina».