LUGAR DE NACIMIENTO JACKSON, MISISIPI. 1944

TRAYECTORIA FUE PERIODISTA PERO, AZUZADO POR SU MUJUER, DECIDIO CREAR A SU HEROE FRANK BASCOMBE, SOBRE EL QUE ESCRIBIO UNA TRILOGIA. AHORA RECUPERA EL PERSONAJE EN SU OBRA 'FRANCAMENTE, FRANK'.

--Dijo que escribir su trilogía le había causado un estrés tan grande que incluso le llevó a enfermar. ¿Cuál fue el estado de ánimo con el que ha abordado 'Francamente, Frank'?

--Fue mucho más fácil, quizá porque desde el primer momento me lo planteé como cuatro historias con un tenue hilo argumental. Quise recuperar a Bascombe cuando el huracán Sandy destruyó la costa de Nueva Jersey. Los novelistas siempre andamos buscando momentos emotivos.

--¿Podría decirse que el tema de fondo que une los relatos es la decadencia y la muerte?

--No tuve esa sensación cuando lo escribí. Pero Bascombe es espectador del dolor ajeno y ese dolor en casi todos los casos implica muerte. En la medida en que él cuenta esas historias es cierto, pero él es un artificio, la gente vive sencillamente, no cuenta historias, él es alguien que parece vivo.

--¿Se puede decir que hay ahí un eco de sus propios temores?

--Probablemente, pero también de mis alegrías, mis entusiasmos y mis intereses. Pero no temo a la muerte más que cualquier otra persona. Sencillamente me he hecho mayor y estoy más cerca. Podría decir que me parece divertido.

--Bascombe dice que cuando uno se hace viejo adquiere una relación complicada con la realidad. ¿Lo comparte?

--Bueno, lo que temes es caer. Antes cruzabas una calle y no pensabas en las consecuencias de sufrir un traspié. Yo voy en moto, es bastante grande. A veces me paro en un semáforo y tengo miedo de desequilibrarme porque quizá no podré levantarla de nuevo.

--¿Y a la hora de escribir esa sensación le da beneficios? Algunos autores se quejan de que con la edad se han hecho más lentos.

-Ser más lento es bueno para todo. Mi mujer, Kristina, piensa, habla y lee muy rápido y yo intento decirle que se relaje. No creas que tienes que entender una cosa en cinco minutos, simplemente convive con ella.

--¿Convivir con las cosas lentamente es lo que le ha hecho escritor?

--Sí, hay que prestar atención. Captar los detalles es importante porque hace que la vida sea más intensa. Más allá del simbolismo, los detalles están ahí sin más. La mayor parte de nuestras vidas está llenas de cosas que no son importantes y que, sin embargo, vale la pena observar.

--Dice que Bascombe es un artificio pero los lectores lo perciben como alguien real.

--Es verdad. La gente se me acerca y quiere saber cómo le van las cosas. Así que para algunos es más real que para mí, que solo es una construcción del lenguaje. Eso es parte de la magia de ser lector.

--¿Y que lo relacionen con usted, en el sentido de que imaginen a Bascombe con sus rasgos, cómo le sienta?

--A veces dicen que Bascombe es mi alter ego pero yo no tengo tanto ego como para necesitar un alter ego.

--¿Se vale de él para trasladarle algunos de sus pensamientos?

--Menos de lo que podría parecer. Yo siempre digo que Frank es más agradable que yo.

--Sus pensamientos políticos, de demócrata convencido que ha votado Obama, sí que están cerca de los de Bascombe.

--Sí, pero los pensamientos políticos de Frank son normalmente breves e irónicos. Los míos son muchos más complejos y analíticos.

--Esta es también una novela política, en la que se habla de la burbuja inmobiliaria, de la crisis, del terrorismo y de las heridas que ha dejado en la psique norteamericana. ¿Cuál es su diagnóstico?

-Es difícil dar una respuesta. Ya no tenemos opción. Tal como se ha organizado el mundo, en el que todos los pobres viven en Africa o en Arabia, está claro que van a venir a vivir a nuestra casa. Nosotros nos convertiremos en ellos y ellos se convertirán en nosotros. Y nadie va a detener eso. Podemos intentar no seguir matándonos, pero esto va a seguir sucediendo así. El mundo se ha organizado de manera inmoral y esto va a tener que aclararse.

--Trump no es tan compasivo.

--Tenemos que ir más allá del miedo y levantar muros contra los bárbaros no es solución. Cuando Donald Trump dice que tenemos que impedir que los musulmanes sigan entrando en EEUU, es un mal chiste.

--¿Ve a Trump en el despacho oval?

--En absoluto. Cuanto más tiempo esté haciéndose visible y haciendo este tipo de declaraciones, más evidente será que no llegará a ser presidente. Sí está ahí es porque es rico. Tiene un ego impresionante pero es que además habla en nombre de una capa de la cultura americana que está enfadada y que cree que no tiene voz. Pero ese grupo de gente es pequeño comparado con toda la población.