LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO CORDOBA, 1969

TRAYECTORIA TIENE ESTUDIOS DE GEOGRAFIA E HISTORIA Y SE FORMO COMO MUSICO EN EL CONSERVATORIO SUPERIOR DE CORDOBA. ESCRIBE POESIA Y ES MUSICO CALLEJERO DESDE HACE DIEZ AÑOS

Nunca ha tenido un contrato de trabajo y su vida gira entre la música y la literatura, pero no es un bohemio, asegura. Además de amenizar con su saxo el camino de los viandantes por el Puente Romano o la calle Cruz Conde, "según la época del año", ha publicado un libro de poesía, Tácticas de payaso , en el que refleja su visión del mundo con un tono humorístico, algo que "nunca se puede perder". Para él, la literatura nace de "ser un ávido lector" y el artista es alguien que sufre un desajuste con la realidad y por esa razón "alumbra una realidad nueva sobre la ya existente". "Si no hay desajuste no hay artista", subraya.

--¿Qué hay detrás de ese título, Tácticas de payaso ?

--Es un título con el que no estoy muy contento, pero creo que anima a leer lo que hay dentro, un poemario satírico y humorístico. Es un payaso asesino de convenciones, de tópicos, de lugares comunes, de la poesía y de la vida en general. Básicamente es un ejercicio autónomo de escritura en el que uno refleja su visión del mundo con un tono humorístico.

--¿Hay que enfrentarse al mundo con sentido del humor y tácticas de payaso?

--El sentido del humor es tan importante como la gravedad y la reflexión. Hay que buscar un equilibrio. Creo que este poemario busca ese equilibrio. Aunque sean poemas de humor, la carga de fondo es seria.

--¿Se considera un payaso?

--No. Soy una persona simpática, pero no un payaso. Pensé que quizá payaso y tácticas eran dos palabras contradictorias, pero que podían reflejar la necesidad interna y externa que tiene un ser humano de explicarse y manejarse en la vida sin perder el sentido del humor.

--¿Se aplica usted esas tácticas?

--Sí. Vivo la vida con gravedad y racionalidad, pero, al mismo tiempo, con mucho sentido del humor

--¿Cómo le gustaría ganarse la vida, con la literatura o con la música?

--Sinceramente, yo ya he renunciado a ganarme la vida. Lo cual no quiere decir que sea un bohemio. Seguramente emigraré de Córdoba para cambiar de vida. Cualquier artista que se precie de serlo debe estar siempre en crisis, en el precipicio desde el que nunca te tiras. Y asumir el vacío como una aventura, como es la vida.

--¿Qué tiene en el tintero para publicar?

--A mí se me puede leer continuamente en facebook y en un blog que sustento desde hace cinco años que se llama Plus ultra ínsula literaria . Ahí hay una buena dosis variada de mí y de lo que escribo.

--¿Es la calle un buen escenario?

--Es un escenario correcto para las personas que no tenemos una carrera importante, y nos ofrece la posibilidad de tocar para el gran público a diario.

--¿Qué le dicen las palabras arte en la calle?

--Es algo de lo que yo he vivido y he visto muy cerca porque tengo amigos que han protagonizado eventos importantes de arte en la calle en Córdoba. Soy hermano de Paco Marcos y amigo de Rafa Cornejo, los dos artistas que pusieron El Hombre Río en el Guadalquivir. Fue una empresa arriesgada que fracasó porque no estaba bien resuelta. Pero ahí sigue el avión, que no despega.

--¿Qué pediría a los gobernantes respecto a esa norma de músicos callejeros que no se acaba de concretar?

--Me gustaría dejar de ser un ilegal tocando en la calle.