El documental '¡Dejadme llorar! El genocidio olvidado', dirigido por Jordi Gordon, aborda "la brutal represión" que desató el régimen franquista en Córdoba y su provincia, donde se tiene constancia de que "el régimen asesinó a un mínimo de 12.000 personas", y para ello se cuenta con el testimonio de "las víctimas más olvidadas", que son "los niños de entonces a los que les arrebataron sus seres queridos, su infancia y sus derechos".

Así lo han expuesto en la presentación del largometraje a los medios de comunicación este jueves por parte de la presidenta de la Plataforma Comisión de la Verdad, Florentina Rodríguez; el historiador Francisco Moreno, y el director del documental, Jordi Gordon, acompañados por víctimas y protagonistas en este caso del largometraje, que se presenta oficialmente el próximo lunes, a las 19,00 horas, en el Gran Teatro de la capital cordobesa.

En este sentido, Gordon ha lamentado que "hay miles de desaparecidos en Córdoba y no tienen ningún reconocimiento, ni derechos", al tiempo que ha reprochado "el genocidio de los franquistas en Córdoba, donde no hubo Guerra Civil, sino que hubo un golpe que triunfó y que hubiera 4.000 fusilados es una barbaridad".

A su juicio, "la sociedad no lo puede olvidar", y más cuando es "una ciudad como Córdoba, que vive en parte de la historia", de manera que "debería no olvidar y reconocer", ha expuesto el director del documental.

Mientras, el historiador Francisco Moreno ha advertido de que "todas las víctimas en Córdoba son republicanas", al tiempo que ha confesado que investigar le ha "traumatizado positivamente", de hecho su investigación es el hilo argumental del documental. Moreno ha acuñado el término "genocidio cordobés", para lo cual pone de ejemplo que en Córdoba "hay como mínimo y sin identificar, 4.000 personas en dos fosas comunes".

Al respecto, los protagonistas del documental, más de 20 ancianos, junto con Baltasar Garzón, la jueza argentina Maria Servini, otros historiadores, antropólogos y arqueólogos, desvelan "la otra cara del genocidio franquista, el sufrimiento, la marginación, la represión y el terror con el que tuvieron que vivir a lo largo de 40 años los hijos y familias de los asesinados, desaparecidos y perseguidos".

Por tanto, '¡Dejadme llorar!' recuerda "esos crímenes contra la humanidad olvidados por la sociedad". Y sus protagonistas, los niños de entonces, "hablan del miedo con el que crecieron, de su lucha por la supervivencia en una dictadura en la que vivían amenazados, obligados a guardar silencio, a esconder sus historias, a no manifestar el dolor, ni la pena".

De este modo, hoy esos ancianos reivindican "el derecho al duelo por sus familiares asesinados, que en muchos casos todavía siguen desparecidos o enterrados en fosas comunes".

EXHUMACIÓN DE FOSAS

Por otra parte, el documental aborda la exhumación de las fosas clandestinas que se descubrieron en la localidad cordobesa de Aguilar de la Frontera, fruto del tesón y la investigación de las familias víctimas de la represión y del presidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica de Aguilar de la Frontera (Aremehisa), Rafael Espino.

Además, se recorre parte del "genocidio cordobés" en los municipios de Baena, Puente Genil, Villanueva de Córdoba, así como Aguilar. En la investigación, Francisco Moreno muestra "cómo el régimen franquista intentó borrar la huella de sus crímenes y usó la técnica de la desaparición física, documental y de la memoria".

Sobre la capital, descubrió los libros de cementerios y del párroco que reseñaban "los fusilamientos diarios de personas anónimas que no aparecían en ningún registro y que simplemente desaparecían". Así, advierte de que "hay, al menos, cuatro mil personas asesinadas y enterradas en las dos fosas comunes de La Salud y San Rafael".