Dice que, "aunque suene cursi", el amor "le rebosa por todos los lados" gracias al nacimiento de su primer hijo, un clon suyo que le ha expandido como ser humano. Mañana llega al Teatro Real de Madrid y Miguel Poveda saldrá "con respeto pero sin miedo", sin ansias de llegar "al 11" para intentar así aproximarse a "lo máximo".

"El Real me impresiona, le tengo mucho respeto, pero lo que ya no hago es crearme muchas expectativas porque te crees que te espera el concierto de tu vida, te fijas un 11 y sale un 8 y piensas que es un fracaso. Salgo sin esperar nada, sin ponerme metas", recalca el artista.

Hace poco, en Manresa, "con eso de los aires acondicionados", se le quedaron los pulmones "sin fuelle", pensó que "no iba a poder hacer nada", intentó relajarse y le salió uno de los mejores conciertos de su vida, relata. "Pensaba que iba a ser un 4, pero al final todo el mundo estaba contento. Yo creo que el público me vio esa energía", recuerda. Antes, admite, se enfadaba consigo mismo porque era "complicado" llegar a las metas, a los 11 que se fijaba, y se perdía por el camino todo lo que había conseguido. Por eso quiere llegar al Real, donde ya ofreció un recital con su anterior disco, ArteSano , que grabó allí en directo, "con cierta responsabilidad pero con la intención de disfrutar".

En esta ocasión su repertorio se centrará en su último disco, Poemas y sonetos para la libertad , un viaje por letras "sin amarras" de Lope de Vega, Quevedo y Góngora, de Miguel Hernández y Rafael de León, de Borges y Neruda, de Jorge Antonio Muñoz Rojas, Jaime Gil de Biedma y Luis García Montero, de Luis Eduardo Aute, Joaquín Sabina y Pedro Guerra, con producción de Joan Albert Amargos.

"Es un disco emocionante que está muy bien grabado y con el que Amargós ha hecho un trabajo espectacular. Estoy muy satisfecho aunque no se cómo va de ventas. Está claro que no estoy cantando el cocoguagua , son textos complicados que no todo el mundo entiende pero el solo el hecho de poder cantarlo ya me da placer", afirma.

Al final, cantará copla y flamenco, "y eso la gente lo sabe", pero ha descubierto que quienes iban solo por esa parte del repertorio se han entusiasmado.