"Lo más importante es que la gente piensa que se trata de un edificio aislado, pero no, forma parte de un gran complejo arquitectónico". Con esta explicación resumió ayer la arqueóloga Begoña García, de la empresa Sexto Mario, uno de los aspectos más destacados de los que se informa a los visitantes del Templo Romano durante las visitas guiadas, al atender a este diario en una de las pausas que dejó la salida de un grupo y la espera a la llegada del próximo. Los asistentes son turistas y cordobeses con interés por conocer el patrimonio, y Begoña García comentó que, pese a la altas temperaturas, "ha sido buena la respuesta".

Estas instalaciones reciben a unas 250 personas al día, que se acercan al yacimiento para contemplar los dos sondeos realizados y son saludados, casi a la entrada, por la escultura del fundador de la ciudad, Claudio Marcelo, obra del escultor cordobés Marco Augusto Dueñas. Begoña García señaló que, en las visitas guiadas, recorren el perímetro de este conjunto y explican a los participantes la composición de este complejo, que fue construido en el siglo I d. C. y contaba con tres terrazas. Una superior, en la que se ubica el templo, una intermedia, en la calle Capitulares, y un circo localizado en la zona del actual Palacio de Orive. En esta línea, explicó que los turistas "se sorprenden" al saber que todo formaba parte de un gran complejo arquitectónico y del uso de la arquitectura como medio "para ensalzar el poder del imperio", lo que contribuye a que "valoren la importancia de Córdoba en época romana".

Para completar la iniciativa, el actor José Ruiz interpreta al personaje Cayus Pomponius Clavius , un ex cantero de la provincia de Córdoba que se ha visto en la necesidad de vender la cantera para poder abrir un negocio de telas, una representación cómica con la que sitúa a los visitantes en la época romana.