La duodécima edición del Festival de Cine Africano de Córdoba (FCAT) se caracteriza por la fuerte presencia de mujeres que tienen un papel clave en la producción cinematográfica. La cada vez mayor visibilidad femenina en el cine africano es un factor importantísimo para caminar hacia una igualdad que, como afirma la investigadora Beatriz Leal, permita que las mujeres "puedan ser reconocidas como cineastas, siendo sus obras analizadas en similares términos estético-formales a los de los hombres". En este sentido, el FCAT quiere mostrar su compromiso para que directoras, guionistas, actrices, montadoras, etcétera, de las producciones africanas tengan cada vez una mayor visibilidad que se refleje en una mayor presencia en festivales y en los medios. Mane Cisneros, directora del FCAT, considera este compromiso una prioridad en la línea de trabajo de un festival que desde hace doce años busca dar visibilidad en nuestro país a unas de las cinematografías con menor difusión comercial del planeta, la africana.

Recorriendo el catálogo del festival, se puede apreciar un creciente porcentaje de mujeres presentes en los diferentes procesos de creación de las películas, con un fuerte protagonismo de la región del Norte de Africa. Concretamente y al timón de la dirección de algunas de las películas de la programación del FCAT, se puede mencionar a Pocas Pascoal, de Angola, encabezando la lista ya que, aparte de jurado de está edición del FCAT, es también directora de la cinta Por aqui tudo bem . Otros nombres femeninos que suenan son la marroquí Dalila Ennadre (Des mures et des hommes ), las tunecinas Kaouther Ben Hania (Le Challat de Tunis, Peau de colle ) y Nadia Touijer (Précipice ), la sudafricana Jenna Cato Bass (Love the One you Love ) y las senegalesas Khady & Mariama Sylla Une simple parole, Une fenêtre ouverte ), entre otras.