Si sorprendente fue el viernes la suspensión del concierto de Malú, más lo fue ayer conocer los motivos en los que se ha apoyado el Ayuntamiento para no autorizarlo. El delegado de Presidencia, Miguel Angel Torrico, y el presidente de Urbanismo, Luis Martín, comparecieron para explicar que todo obedece a un informe desfavorable firmado por un ingeniero técnico industrial, del que dieron nombre y apellidos, Antolín Espejo --hermano del técnico que, según denunció el PSOE, emitió un informe contrario a las obras de la gasolinera de Fidiana, Jorge Espejo--, que, en base a normativa de la Junta, concluye que la plaza de toros no cumple las "condiciones exigibles en materia de accesibilidad, seguridad, salubridad, protección del medio ambiente y policía de espectáculos públicos y actividades recreativas" para poder celebrar este concierto. Más sorprendente fue aún lo que implica el informe al cuestionar su idoneidad para todo tipo de eventos, tanto los llevados a cabo desde 1963 como los futuros.

Atendiendo a las explicaciones dadas, en la decisión de no dar licencia para el concierto, hay dos documentos claves. Por un lado, un informe del 19 de septiembre desfavorable por las deficiencias ya señaladas, que indica que "no consta antecedente alguno relativo a la autorización de la actividad taurina principal ni de las actividades complementarias", como "el cine de verano y otros espectáculos públicos" ni "actuaciones posteriores" a 1963 "para la adaptación" del recinto "para la celebración de espectáculos públicos", ni siquiera "intervenciones de la administración" para controlar su cumplimiento. En el caso de su idoneidad para el concierto, enumera casi una veintena de deficiencias, entre ellas, acústicas, por lo que pide más informes y avisa de que en junio ya actuó David Bisbal a pesar de que había otro documento con las mismas advertencias que no se subsanaron.

Aunque la promotora del concierto aportó documentos y negó deficiencias, el día 25 hay otro informe del mismo técnico que ratifica el anterior y exige obras para adaptar el coso para el espectáculo, que necesitan proyecto y licencia, imposibles de acometer de un día para otro.

Por ello, Torrico aseguró que "lo único que ha hecho el Ayuntamiento es cumplir con la legalidad", ya que "actuar de forma contraria a un informe del técnico competente sería prevaricar". No obstante, no ocultó su sorpresa porque es "un recinto en el que se celebran espectáculos ininterrumpidamente desde el año 1963". El panorama que se presenta ahora para la plaza de toros y otros espectáculos es incierto. Martín señaló que "a la propietaria le corresponderá tomar la iniciativa si entiende que hay deficiencias", aunque, la paradoja está en que "todos los años, cuando se hacen festejos taurinos, recibe el informe favorable de la Delegación de Gobernación". Martín no ocultó su desconcierto porque "durante 49 años se han celebrado festejos taurinos, conciertos y cine de verano de forma pacífica", incluso la copa Davis, de ahí que se pregunta "¿qué ha cambiado?".