La residencia de artistas La Fragua de Belalcázar estrena mañana el montaje Oficio de Difuntos , un evento interdisciplinario que integra música antigua, instalación sonora y danza contemporánea. Con este espectáculo este centro de creación se adentra por primera vez en el diseño y producción de montajes y para ello han contado con el colectivo de música experimental y coral Proyecto 23, junto con el dúo artístico Atoi, la bailarina Patricia Caballero y el artista sonoro Miguel Alvarez Fernández. Todos ellos ofrecerán al público "una experiencia única" donde diversas disciplinas creativas se articulan e interrelacionan en un evento de carácter intermedia, según señala Isaac Diego, uno de los integrantes de Proyecto 23, que explica que el punto de encuentro y partida del espectáculo es Officium Defunctorum , una obra del siglo XVI del compositor andaluz Cristóbal de Morales, pieza que reflexiona acerca de la vida y de la muerte.

A partir de este primer impulso, la obra establece un eterno puente entre lenguajes artísticos nuevos y remotos, de modo que el espectador se ve sumergido en un espacio repleto de sugerencias sonoras y visuales, continúa Diego, que subraya que se crea un contexto instalativo "moderno y contemporáneo" que ha sido creado por un grupo artístico británico. "Todo está diseñado para que el público, desde que entre al convento, viva una experiencia artística inolvidable", continúa Isaac Diego, que considera que La Fragua esta haciendo un trabajo "impresionante" que requiere "mucha valentía" y "debería exportarse".

En cuanto a Proyecto 23, Diego explicó que se trata de una iniciativa de experimentación sonora y escénica a partir de la práctica conjunta del canto coral. Sus eventos artísticos se articulan a través de diversos lenguajes, como la música antigua occidental, la improvisación vocal, el canto difónico, el video-arte, la instalación sonora, la perfomance y la poesía sonora, entre otros. Por su parte, Atoi (Amy Thomas y Oliver Irvine) ha trabajado en colaboración durante los últimos seis años.

El dúo se forma a través de una visión compartida de la escultura, con intención de crear situaciones psicológicas, instalaciones, performances e intervenciones. En el tiempo que llevan colaborando han expuesto a lo largo de Europa, con exposiciones individuales en China e instalaciones de gran formato en Reino Unido, Europa y Rusia. Por último, Patricia Caballero comenzó en la danza hace 20 años y ha realizado seis obras que giraron por teatros y festivales generalmente españoles.