Rafael Chirbes, ganador ayer del Premio de la Crítica por En la orilla , se siente "desconcertado" ante este galardón porque la novela premiada "es muy amarga y desesperanzada", y él no esperaba que "tuviera recorrido". Una amargura con la que también mira al futuro y lo hace "con un desánimo total". "Tengo 65 años y no espero del futuro más que cosas malas. Cuando uno abre el periódico, solo ve la miseria por todos lados volviendo a caballo, y se tiene la sensación de que todo el mundo vive peor que hace diez años", dijo Chirbes (Tabernes de Valldigna, Valencia, 1949), en una entrevista minutos después de saber que había ganado este premio.

El desconcierto, y la amargura con que mira al futuro, no ha impedido que el escritor valenciano se mostrara "muy contento" tras saber que había merecido este galardón, que no esperaba "en absoluto" y que, además, "tiene un gran prestigio". Este nuevo reconocimiento le llega a Chirbes tras el aplauso unánime de la crítica y de los lectores por esta novela, que fue elegida como el mejor libro del 2013 por varios suplementos literarios y que ha ganado también otros premios, como el Francisco Umbral al libro del año. Sin embargo, Chirbes decía ayer que tuvo "muchas dudas" con esta novela desde que empezó a escribirla.