FECHA Y LUGAR DE NACIMIENTO BARCELONA, 1943

TRAYECTORIA ES UNO DE LOS AUTORES MAS IMPORTANTES DEL PANORAMA NACIONAL Y, ENTRE OTROS, HA COSECHADO EL PREMIO PLANETA. ENTRE SUS OBRAS DESTACA 'LA VERDAD SOBRE EL CASO SAVOLTA' Y 'SIN NOTICIAS DE GURB'

Le encanta Córdoba. "Si no no iría", dice Eduardo Mendoza, que hoy pregonará la Feria del Libro en el Bulevar del Gran Capitán, aunque después ha planeado un paseo por la ciudad, sin olvidar el disfrute de su gastronomía. "Se come y se bebe muy bien", continúa el escritor, que se ha movido por varios géneros literarios, envolviendo con humor, sátira e ironía historias y personajes que no sabe muy bien de dónde salen. El autor, Premio Planeta 2010 con Riña de gatos , comenzó su andadura literaria con la novela, alumbrando obras tan leídas como La verdad sobre el caso Savolta , El misterio de la cripta embrujada y El laberinto de las aceitunas , al que le siguió La ciudad de los prodigios y muchos otros títulos que han convertido a Mendoza en una de las referencias literarias más importantes del panorama nacional e internacional.

--Hoy pregona la Feria del Libro de Córdoba con un elogio a la lectura. ¿Cree que leemos muy poco?

--Voy a hacer un elogio, no un aliento a la lectura. No creo que leamos tan poco, las librerías están llenas, voy a menudo en transportes públicos y veo a la gente leyendo.... Tenemos un poco la idea de una España muy atrasada que no corresponde a la realidad, y creo que la lectura forma parte de la vida de todos, aunque ahora compite con otras fuentes de entretenimiento e información, pero se mantiene. Los comerciantes siempre se quejan, pero no es verdad que se lea tan poco.

--¿Qué papel juegan las ferias del libro? ¿Ve necesarios este tipo de encuentros?

--Necesarios, no lo sé, pero muy buenos, sí. La feria es algo natural cuando hay gente y pueblo, allí se vende ganado, productos agrícolas y también libros. Por otro lado, es una manera de establecer contactos personales, no solo comerciales. Autores y lectores se conocen, se les pone cara. Y eso me parece muy bien.

--¿Qué piensa del libro electrónico?

--Yo lo uso, aunque no he dejado de leer y comprar en papel. El e--book pesa menos y es más cómodo en algunas ocasiones. No me parece que vaya a perjudicar, otra cosa es el pirateo.

--En su última obra, El enredo de la bolsa y la vida , vuelve al detective loco que ya inspiró otras aventuras. ¿Le tiene especial cariño a este personaje?

--Sí. Mucho cariño. Nunca pensé hacer un detective de serial, pero después del primer libro se me ocurrió volver a él, y después otra y otra vez, y se está convirtiendo, sin yo quererlo, en un detective de serie. A la hora de escribir, nunca he planificado ni pensado, y me he encontrado con este pobre hombre que ya lleva cuatro aventuras y no sé lo que pasará con él.

--Sus lectores admiran la galería de extraños personajes que pueblan sus novelas. ¿De dónde los saca?

--La verdad es que no lo sé, de alguna parte vendrán. Como soy muy despistado, creo que los personajes se me meten en la cabeza sin darme cuenta y luego por la noche salen a dar vueltas por la casa.

--Algunos de sus libros se leen a carcajadas o, como mínimo, con una sonrisa en los labios. ¿Qué valor le da al humor?

--El humor es parte de mi ADN, yo veo las cosas así y así funciono, tanto escribiendo como en la vida. También hay cosas que me enfurecen. El humor en la literatura ha estado siempre muy presente, es una constante y ahora es como si no fuera serio, pero no es verdad. Está muy bien como lubricante, no sustituye a la gasolina, pero el aceite también va bien para los coches.

-- La verdad sobre el caso Savolta fue quizá la primera novela de la Transición. ¿Cómo ve la evolución política de este país?

--Creo que la evolución ha sido positiva, pero la democracia no es barata ni perfecta. Nos casamos con una ilusión que no correspondía a la realidad. Teníamos una imagen de algo maravilloso que ahora vemos que cuesta y, además, es frágil.

--En plena crisis, el problema catalán. ¿Qué opina sobre las ideas soberanistas de Mas?

--Esto sería otra larga conversación. Yo no estoy a favor, pero como persona que siempre ha vivido en Cataluña, es algo que está aquí y algo se ha de hacer con ello y creo que el sistema de dar con la puerta en las narices no conduce a nada bueno para nadie. Hay que destacar que, por ahora, no ha pasado de las palabras. El nacionalismo no me parece una cosa muy lógica, pero sí comprensible.

--¿Qué opina del conflicto sobre la titularidad de la Mezquita Catedral que vivimos en Córdoba?

--No me hace ninguna gracia que la Iglesia administre un monumento Patrimonio de la Humanidad, pero también me da miedo que se convierta en algo turístico que no se cuide.

--¿Qué ha cambiado en la literatura española en todos estos años?

--Desde que yo empecé, ha cambiado todo. Antes la literatura española era un difunto con un ilustre pasado, pero sin presente ni futuro, y ahora es una literatura que va pisando fuerte por todo el mundo. Ha habido un cambio muy importante. Antes se hablaba de Cervantes y Lope de Vega, ahora se citan unos cuantos más. Ha recuperado la vitalidad.

--¿En qué punto se encuentra usted como escritor? ¿Tiene entre manos alguna de esas novelas que marcan época como La ciudad de los prodigios ?

--No. En este sentido, tengo que hablar de punto final. Toda mi carrera literaria está hecha y ahora no me voy a meter en algo ambicioso. Con los años se pierde el entusiasmo, la capacidad de concentración... No voy a dejar de escribir mientras pueda, pero no una gran obra.

--Dicen que es su obra cumbre. ¿Usted también lo cree?

--Seguramente es la más completa, pero a mí me gustan más otras de mis novelas porque les he puesto más cariño. Es verdad que La ciudad de los prodigios tiene algunos aciertos y ha coincidido un poco con los tiempos. Habla de una ciudad, Barcelona, que casualmente se puso de moda y puede que por eso sea más significativa que otras.