"Una de las ciudades que más gusta del mundo es Córdoba y otra es Nueva York", dijo a Diario CORDOBA el Premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez cuando visitó la ciudad el 10 de octubre de 1984, en el segundo aniversario de la obtención de ese título. Era su vuelta a Córdoba, "una de las ciudades más bellas del mundo", aseguró en una entrevista con este periódico cuando recorría la Mezquita y el casco histórico acompañado por su esposa, Mercedes, y su hijo mayor, Rodrigo.

Llegó de anónimo y como tal se fue más tarde rumbo a Cádiz. Antes comentó que cuando sus hijos "eran muy niños" se produjo el primer acercamiento del escritor y su familia a la ciudad. "Y he estado toda la vida de ellos hablándoles de Córdoba".

Durante 45 minutos y acompañado por un guía, Gabo y familia recorrieron el templo hispano musulmán e hizo un comentario acerca de la presencia de una catedral católica dentro de un templo árabe. "Lo que sucede es que eso ocurre en el mundo entero, como, por ejemplo, en México, donde sobre los templos aztecas están construidas las catedrales católicas de los españoles. Al principio, nosotros nos quejamos, pero ahora lo consideramos como el progreso de la humanidad, el progreso violento que desgraciadamente siempre avanza con sangre y con violencia. Espero que alguna vez no sea así. En América Latina tenemos la experiencia de lo que ustedes pudieron sufrir aquí con los romanos o los árabes. Nosotros lo sufrimos ya con los romanos, los árabes y los españoles. Y otros lo están sufriendo ahora con nosotros, de manera, que es desgraciado, pero es así".

Preguntado entonces si Córdoba aparecería en alguno de sus libros, García Márquez contestó que "eso nunca se sabe. Tal vez, si algún día escribo mis memorias, Córdoba tenga un papel fundamental", que, en su opinión, "va por la gente, no por los monumentos", ya que, según dijo, "aquella mezcla tan forzada de la Mezquita ha dado como resultado una gente tan estupenda como los andaluces, que es lo que importa", indicó a Diario CORDOBA.