Con la cuarta sesión de la fase de opción a premio se dieron por finalizadas todas las actuaciones de los concursantes que consiguieron pasar la correspondiente criba en las especialidades de cante, baile y guitarra.

La bailaora Mercedes de Córdoba abrió con un taranto no precisamente excesivo en su desarrollo aunque lleno de flamenquería ayudada con artistas ciertamente avezados en el acompañamiento donde la figura del cantaor Enrique el Extremeño otorga una cierta tranquilidad al protagonismo del baile. Posteriormente bailó cantiñas y en su tercera salida fueron los tangos los que pusieron broche final a su actuación.

En el cante, Pedro el Granaíno hizo farruca, seguiriyas, bulerías y fandangos. Realmente, para el que escribe, fue una de las sorpresas del certamen. Su entrega desmedida, sus desgarros en los ayes seguiriyeros y el compás trepidante de las bulerías acredita su buena forma y una respuesta del público que valoró de forma muy positiva su actuación.

Todos los que han llegado a esta fase de opción a premio tienen talento, juventud y ganas por ser algo en los competitivos campos de cante, baile y guitarra. La suerte está echada. Ahora le toca al jurado dirimir quiénes serán los elegidos para que sus nombres figuren en el cuadro de honor de tantos y tantos artistas que desde el año 1956 consolidan a este certamen como el concurso de concursos por excelencia. En la próxima edición de 2016 no sabemos si permanecerán inalterables las bases por las que se han regido las dos últimas ediciones, aunque siempre hay que tener en cuenta que la evolución es un fenómeno imparable al que no puede ser ajena nuestra seña de identidad más significativa.