La Feria del Libro finalizó ayer su edición número cuarenta con un balance positivo por parte del Ayuntamiento y de la Asociación de Papelerías y Librerías de Córdoba (Aplico). En este sentido, el presidente de este colectivo, Mariano Pérez de la Concha, estimó que la iniciativa ha recibido alrededor de 20.000 visitantes y apuntó que "también ha sido un éxito de participación de niños, porque han venido unos 2.000 con sus colegios".

Estos escolares han asistido a las diferentes actividades programadas para ellos --una gymkana , encuentros con los autores y talleres, entre otras--, mientras que los adultos han acudido a firmas de libros, presentaciones y otros actos que han sumado, en total, más de un centenar de propuestas, lo que para el presidente de Aplico ha merecido "una valoración muy positiva".

Por su parte, el concejal de Cultura del Ayuntamiento, Juan Miguel Moreno Calderón, afirmó en esta línea que si uno de los objetivos de la feria es fomentar la lectura, esta ha cerrado sus puertas con "una afluencia masiva de público", que ha superado al registrado en la última edición, y en referencia a las ventas de los stands señaló que estas han sido similares a las del 2012 "o ligeramente mejores quizá", por lo que "el balance es claramente positivo".

UN CAMBIO // Los organizadores de la feria (que también es apoyada por el Centro Andaluz de las Letras y BBK--Cajasur) se reunirán más adelante para realizar una valoración detallada de la edición que acaba de clausurarse. No obstante, Moreno Calderón ha avanzado que espera promover un proceso de reflexión con el sector para estudiar "cómo debe ser la feria en el siglo XXI" y plantear la posibilidad de crear un órgano gestor en el que tengan una mayor implicación los libreros y editores, y otras instituciones o entidades privadas, lo que en su opinión le permitiría continuar creciendo. Así, con este cambio se transformaría una dinámica por la que "hasta ahora la feria ha tenido un peso excesivo institucional no solo en el presupuesto, sino en el tutelaje", y es que la iniciativa ha contado este año con una financiación de 75.000 euros, en la que la aportación del Consistorio ha tenido un peso superior al 80%.

Mariano Pérez de la Concha ha precisado que la Federación Andaluza de Libreros (de la que es vicepresidente segundo) ya está manteniendo contactos con los ayuntamientos y con la Junta de Andalucía para crear un órgano que gestione todas las ferias de la comunidad autónoma y poder potenciarlas. El objetivo es aproximarse al modelo de Sevilla, en el que esta iniciativa tiene la colaboración de grandes empresas, que contribuyen económicamente y también en la promoción de esta cita, y esperan poder ponerlo en marcha el próximo año.

AUTORES // La feria contó ayer con diferentes actividades, entre las que se encontraba programada la firma de libros de Francisco Onieva, que acudió con su tercer poemario, Las ventanas de invierno (editado por La oficina de arte y oficios), con el que obtuvo el Premio Cáceres Patrimonio de la Humanidad en el año 2008. El escritor explicó que en este trabajo, dedicado a sus abuelos, reflexiona sobre el paso del tiempo y las enfermedades del cáncer y el alzhéimer, y su elaboración, en la que ha empleado dos años y medio, "ha sido difícil porque hablo de problemas de personas a las que conozco evitando caer en las imposturas".

En los días previos también ha sido presentado Paraísos perdidos (Séneca), de la poetisa cordobesa Sierra Castro, y el evento incluyó ayer entre sus últimas citas la presentación de Karnaval (Anagrama), de Juan Francisco Ferré; la firma de Medea en los infiernos (Punto de lectura), de Diego Vaya; la de No estamos solos (Litopress), de Rafael Lora, y las de Cuentos triaxiales y Cuentos de mi abuelo , de José Calero.