LUGAR Y FECHA DE NACIMIENTO: CÓRDOBA, 1922.

PROFESIÓN: ABOGADO.

TRAYECTORIA: MUY VINCULADO A CÁNTICO, HA PUBLICADO 'A ORILLAS DE LA VIDA', 'AUTUMNALIA', 'LAGAR DE DIONYSOS', 'PENTACORDIO', 'SONETOS DE AMANTE' E 'INSIDIAS EN LAS TERMAS', ENTRE OTROS LIBROS.

José de Miguel recibirá mañana el reconocimiento del Ateneo de Córdoba con la presentación de un libro homenaje en el Círculo de la Amistad (salón de los sentidos, 20,30 horas) en el que han participado 65 poetas, entre los que se encuentran Pablo García Baena, Juana Castro, Carlos Clementson, Manuel Gahete y María Victoria Atencia.

--¿Qué supone para usted este homenaje del Ateneo?

--Es muy de agradecer. No sé si me lo merezco. Se lo agradezco a todos: a los amigos, a los menos conocidos, a todos.

--65 poetas no se reúnen todos los días. Es un reconocimiento amplio, supongo que se sentirá muy contento.

--Me siento muy contento. Sobre todo porque viene después de que hace poco me dieran otro en el Palacio de Orive los escritores y críticos andaluces.

--Parece que le ha llegado la hora de los homenajes.

--Sí, sí. Es que eso de cumplir años tiene esos inconvenientes o esas ventajas, no sabría qué decirte. Yo he cumplido noventa años --mis primeros noventa años, digo yo siempre (ríe)-- y a lo mejor es una forma de no darme los homenajes a posteriori, que en España es muy clásico el post mortem.

--Siempre es mejor recibirlos en vida.

--Exactamente. Siempre es mejor recibirlos en vida, por supuesto que sí.

--Usted ha sido un poeta muy próximo a Cántico, pero sin pertenecer al grupo, ¿cómo ha sido su relación con él?

--Verá, yo es que soy, con perdón, más joven que ellos. Ricardo, y Juan, y Mario, eran mucho mayores. Ocho o diez años de diferencia, a esa edad, significan otro estrato de amistad, de conocimiento. Además, yo estaba estudiando Derecho y entonces, más que en Córdoba, estaba en Granada o en Sevilla, que es donde había facultades de Derecho. Estaba un poco desvinculado de Córdoba. Pero luego tuve una gran amistad, íntima, porque en Córdoba, como había muy pocas distracciones en aquella época, todo consistía en ir a las tabernas de los barrios, que ya casi han desaparecido, y tomar unas copas y charlar, intentar arreglar el mundo. Todas las tardes salíamos por un barrio, por otro, dando una vuelta por la ciudad. Y entonces pues hemos tenido una amistad fraterna.

--Su primer libro no lo publicó hasta los 60 años, ¿por qué esperó tanto?

--Bueno, verás, precisamente ahora me he encontrado por aquí una plaquette que está publicada treinta años antes. Lo que pasa es que yo no he tenido esa inquietud... y además yo publiqué porque me lo pidieron. Me lo pidió un editor de Barcelona, que había leído algo mío y me dijo si le podía enviar un libro, y yo recogí los poemas que tenía sueltos y se los mandé. O sea que yo no lo pedí, me lo pidió un editor. Nunca he tenido el afán de publicar. Yo lo que he querido en la vida es sacarle el máximo partido, vivirla más intensamente, pero los oropeles nunca me han gustado demasiado, esa es la verdad.

--¿Qué está haciendo ahora? ¿Escribe?

--No, tengo montones y montones, quizá cientos de poemas, inéditos algunos, otros publicados en revistas, y lo que no tengo ya a esta edad es esa capacidad de trabajo de prepararlos para publicar. Llega un momento en el que te cansas de todas esas cosas, ¿comprendes? No tengo estímulos, con los años se pierden las ganas de hacer cosas.

--¿Qué le ha dado a usted la poesía?

--La poesía me ha dado una gran satisfacción porque es algo que lo sientes. La satisfacción íntima es lo más importante que tiene la poesía, porque esto no se paga.

--¿De cuál de sus libros se siente más contento?

--Eso es como si le preguntas a un padre de cuál de sus hijos se siente más contento. Pero, puestos a escoger, Insidias en las termas , un libro de epigramas, por la dificultad, en España hay muy pocos libros de epigramas. Como decía Marcial, escribir un epigrama es fácil, lo difícil es escribir un libro.

--¿Mantiene relaciones con los poetas más jóvenes?

--Sí, sí, mantengo relaciones de amistad, pero no las cultivo. Estoy un poco alejado del mundanal ruido, como decía Fray Luis de León.

--¿Qué va a decir mañana en su homenaje?

--Daré las gracias a todo el mundo, como es natural, y si leo algo será cortito, porque habrá mucha gente que participe. Leeré algunos sonetos, a Córdoba, a la Mezquita, al Guadalquivir, cosas locales.