Artistas: Kiko Veneno.

Lugar: La Corredera.

Día: sábado, 16 de junio.

La propuesta de Kiko Veneno sigue siendo rotunda, fiel a sus orígenes de rumba costumbrista y pionera en haber sentado las bases para otros muchos artistas que se han mirado en ese espejo, convirtiéndolo, con el paso de los años, en un referente ineludible para todo ese mestizaje pseudo canallesco que pulula vacilón por los escenarios españoles.

A juzgar por el llenazo espectacular de La Corredera, al de Figueras, junto a su eterna y más que cohesionada Banda del Retumbe, con los Cepeda y compañía, se les quiere mucho por aquí, si bien, buena parte de los asistentes solo reparó en los grandes éxitos conocidos del artista, que desarrolló su espectáculo con gran parte de su nuevo material y de la reciente reedición, por sus veinte años, de Echate un cantecito .

Joselito , que fue de las últimas, junto con Volando voy o la joya En un Mercedes blanco , entre otros estribillos estelares "para darte cuenta de lo que vale", hicieron que mereciera la pena, para muchos, el calor, el reloj y el sortear de botellas en el suelo. "Buenas noches, blancas y flamencas" fue de lo poco con lo que José María López Sanfeliu, Kiko Veneno, se dirigió a su público. El concierto transcurrió sin sobresaltos de ningún tipo, ni para bien ni para mal. Con un gran sonido y una mejorable iluminación, el artista se limitó, como es primordial, a interpretar un repertorio entre el pasado y el presente de su larga trayectoria, con la honestidad que supone, sobre todo en estos tiempos que corren, seguir siendo moderadamente optimista en planteamientos, textos y resultados. Todo ello, en general, hace pensar que Kiko Veneno, como corredor de fondo que ya es, vive, y muy bien, al calor de un crédito musical adquirido a posteriori y paso a paso. Con el transcurrir del tiempo, su impronta se ha extendido y creado escuela, y el hoy maestro de voz gaditana, que lo mismo toca un pito de chirigota, una terrible armónica o una genialidad arabesca en la guitarra, no da la impresión de cansado, pero, a no ser que "reviente" con algún otro éxito multitudinario de algunas de sus nuevas canciones, el listón está muy alto para autosuperarse. Así que las rentas, sobre todo las ganadas a pulso, son para disfrutarlas, máxime cuando ese crédito está sustentado por una valía y un carisma musical más que probado.