De los vampiros y hombres lobos de la saga Crepúsculo , a las brujas, príncipes y cazadores de Blancanieves y la leyenda del cazador . La actriz Kristen Stewart (Los Angeles, 1990) sigue seducida por las leyendas y los cuentos populares.

--¿De dónde viene su interés por las historias fantásticas con elementos míticos?

--Porque son nuevas para mí. Yo no crecí leyendo cuentos de hadas, ni nada de eso. En mi casa mis padres me leían Mamá Ganso y El árbol generoso , así que este género es un descubrimiento para mí. Los tiempos han cambiado y esta Blancanieves, aunque sigue siendo una matriarca que cuida de todos, es toda una guerrera que lucha por sus derechos. Yo la veo como un cruce de Juana de Arco y la reina Isabel I de Inglaterra, mujeres que ven una luz que otros no ven. No es una cuestión religiosa sino que representa cierto momento en la vida, cuando una persona tiene claro lo que quiere y lo que siente, pero no lo sabe explicar y hasta que lo consigue, los demás piensan que ha perdido la cabeza.

--Al final, controla su destino. ¿Se identifica con ella?

--Yo controlo mi destino, me responsabilizo de lo que hago y soy honesta conmigo misma. No puedo echarle la culpa a nada ni a nadie de lo que me ocurra, aunque es humano hacerlo, al igual que sentirte perdido alguna vez o absorbido por lo que te rodea, como me ha ocurrido a mí en los últimos años desde el estreno de Crepúsculo .

--Blancanieves es una princesa desde su orígenes pero no ejerce como tal. ¿Qué opinión le merecen los títulos nobiliarios hoy en día?

--En nuestra sociedad se ha demostrado que los títulos hay que ganárselos, que es lo que le sucede a Blancanieves. Un príncipe o una princesa es alguien que es mejor que otra persona, no un título que se hereda. Blancanieves, como muestra esta película, pelea por defender su reino después de sufrir una fuerte crisis de identidad.

--¿Como se ve usted cuando se mira al espejo?

--Cuando me miro al espejo veo a una persona que se siente muy feliz con lo que hace. Actuar ha sido mi pasión desde que era pequeña y poder hacerlo y encima ganarme la vida con ello me hace sentirme muy afortunada.