Aa las 8.30 horas de la mañana de ayer, el trajín de artistas empezaba en el Palacio de Orive, donde tuvo lugar el sellado de soportes y la entrega de credenciales al más de un centenar de pintores participantes en el primer Concurso Nacional de Acuarela Lucas Prado, que nace con la idea de institucionalizarse. Tras recibir los lienzos sellados que garantizan que los dibujos no se hicieron en días previos, los artistas salían en busca de su patio. La lluvia hizo acto de presencia bien temprano, lo que obligó a los acuarelistas a adaptarse a las circunstancias para cumplir su objetivo. Tras los primeros chaparrones, el patio de Martín de Roa, 9, uno de los espacios dispuestos para acoger artistas, apenas había recibido la visita de uno, que optó por tomar fotografías del rincón deseado y buscar un lugar techado para darle forma.

Los enamorados de la acuarela al natural no se rindieron. El patio de San Juan de Palomares fue el escenario escogido por Paz Perea--Milla y Anabel Santos, viuda de Lucas Prado, artista al que el concurso rinde homenaje. Ambas se rindieron al encanto del patio y unas horas más tarde abandonaban el lugar con el fruto de su inspiración. Con la misma disposición, varios pintores encontraron el ángulo adecuado en el Palacio de Viana, cuyos soportales resguardaron los pinceles de acuarelistas como José Rosa García, almeriense que, según explicó, lleva años embelesado por la belleza de Córdoba.

Los trabajos ganadores fueron los de Vicente Rivas y Jaime Jurado, primer premio (600 euros), Antonio Ortega y Antonio Luis Cosano, segundo premio (500 euros) y accésit para Alberto Rafael de Burgos. También participaron una veintena de niños, entre los que se otorgaron otros cuatro premios, todos ellos ofrecidos por diferentes patrocinadores. Bodegas Campos acogió la entrega.

El arte volverá a ocupar hoy el entorno de La Corredera en una jornada pictórica que culminará a las 13.00 horas con la exposición de obras en la plaza.