El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, ha destacado que la candidatura de los patios a Patrimonio inmaterial de la Humanidad tiene "muchas posibilidades" de ser reconocida por la Unesco en la convención que se celebrará el próximo noviembre en la isla caribeña de Granada. En esta línea, ayer finalizó el plazo para elevar el expediente a este organismo internacional y Primo Jurado subrayó que "estamos en el buen camino".

El representante del Ejecutivo central señaló que "de los errores se aprende", en referencia a la retirada del expediente de la convención de Bali (Indonesia), celebrada a finales de noviembre del 2011. Al respecto, precisó que el último dossier cuenta con "la satisfacción" del Ayuntamiento, el Ministerio de Cultura, la Junta de Andalucía y las asociaciones Amigos de los Patios y Claveles y Gitanillas, porque "ya hemos dado con la tecla para explicar lo que es la fiesta como bien inmaterial". Primo Jurado consideró que "quizás el error anterior fue vincularlo mucho al tema turístico, pero ahora sí sabemos cómo explicar a la Unesco que esto es un rito primaveral, de apertura social, de generosidad de los vecinos que cuidan sus patios para luego abrirlos a los visitantes y celebrar la fiesta".

Por todo ello, aseguró que mira "con bastante optimismo" la cita de Granada, en la que espera que "todos los cordobeses celebremos que nuestra fiesta más singular tenga el reconocimiento", ya que a su juicio, "si no es ahora, no va a ser nunca". Así, destacó que se haya "logrado que la Junta incluya la Fiesta de los Patios en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad , que fue uno de los defectos que también se nos puso en la candidatura anterior", y también admitió que las administraciones y las asociaciones "afrontamos con mucho optimismo el nuevo examen", pues, "mal sería que nos suspendiesen dos veces seguidas", reconoció.

Como ya se recordará, el Ayuntamiento de Córdoba entregó el pasado febrero al Gobierno el documento final del expediente para la candidatura de los patios, centrado en la idea de enfocar la fiesta como "un ritual, una función social con los valores intangibles de convivencia, destacando también el arraigo popular, la solidaridad, el diálogo intercultural, la creatividad y el intercambio de saberes", según detalla la concejal de Tradiciones Populares del Consistorio, Amelia Caracuel. La Unesco había solicitado que se reforzaran cuatro aspectos: la participación de la comunidad en la candidatura, el arraigo popular de la fiesta, la inclusión en un inventario y las ventajas de su declaración como Patrimonio.