Ricardo III , de William Shakespeare, y Atalaya, un soberbio texto y una reconocida compañía con los que el Instituto Municipal de las Artes Escénicas (IMAE) celebra hoy, 27 de marzo, el Día Mundial del Teatro. Una cita imprescindible para los amantes de la escena que tendrá como escenario el Gran Teatro de Córdoba (20.30 horas).

Ricardo Iniesta, fundador de la veterana compañía sevillana, firma la dirección y adaptación de este Ricardo III , la primera tragedia y uno de los grandes éxitos de Shakespeare desde su estreno --junto a Hamlet y Romeo y Julieta--, convirtiéndose en una de sus obras más representadas. El genial dramaturgo inglés se basó literalmente en una obra escrita por Tomas Moro sobre la historia del rey Ricardo III, en tiempos de la guerra civil inglesa o Guerra de las Dos Rosas, contienda que enfrentó a las dos familias más importantes del reino: los Lancaster y los York, que luchaban por el poder absoluto del gobierno de Inglaterra.

El texto de Shakespeare es la historia escalofriante de un auténtico criminal --hoy lo denominaríamos psicópata-- que, para conquistar el poder, asesina sin remordimiento alguno a sus seres más cercanos. Deforme físicamente y, por lo tanto, no apto para el ideal de la vida cortesana, Ricardo decide convertirse en un villano y matar sin freno, de la manera más vil y tortuosa, hasta alcanzar su objetivo: ser coronado rey de Inglaterra. Se trata de una obra que disecciona con precisión extrema la ambición, el anhelo de poder, y cómo tal ansia puede llegar a corromper hasta la última fibra.

El montaje es el primer acercamiento a Shakespeare de Atalaya, una compañía situada entre las más valoradas de España --recibió el Premio Nacional de Teatro en 2008-- y uno de los colectivos teatrales más prestigiosos de Andalucía. Para Ricardo Iniesta, director de la compañía, ésta era una asignatura pendiente que Atalaya ha querido abordar eligiendo la obra "más inquietante y actual" de Shakespeare, "que nos conecta --explica-- con el teatro de la crueldad y lo grotesco de Valle Inclán, el distanciamiento de Brecht y la espiral de sangre y venganza de las tragedias griegas".

Con más de 20 montajes estrenados desde su creación, en 1983, Atalaya continúa con su Ricardo III la línea de investigación teatral que mantiene en todos sus trabajos. Sin embargo, esta producción supone el inicio de una nueva etapa, "con un grado mayor de responsabilidad", destaca Iniesta. "Por ello --dice-- hemos elegido un texto de tal calibre y con tantas posibilidades". Y lo afrontan sin olvidar sus señas de identidad artísticas. "Nuestro lenguaje resulta reconocible a través del trabajo sobre la energía de los actores en escena, de la utilización poética de los objetos y las atmósferas, de la acumulación de imágenes y temas musicales que obligan al espectador a elegir", señala el director. El montaje ha sido acogido con excelentes críticas, juicios positivos que han aplaudido su fuerza dramática, la extraordinaria puesta en escena, el magnífico trabajo de los actores, el cuidado vestuario y la acertada iluminación.