La ciudadanía de Córdoba y fuera de ella, que se ha visto privada de la visita al centro durante el casi año y medio que estuvo cerrado para su reforma, será hoy la única protagonista de la reapertura del Museo Julio Romero de Torres, según anuncia el concejal de Cultura, Juan Miguel Moreno Calderón. No habrá, pues, acto oficial, ni presencia de las autoridades --ya lo visitó el alcalde junto a la comisión de Promoción y Desarrollo del Ayuntamiento el pasado día 9--, ni tampoco discursos, pues todo ello, explicaba ayer Moreno Calderón a este periódico, hubiera supuesto, por razones de protocolo, la presencia de un considerable número de invitados "para los que no hay espacio adecuado --añade--, aparte de que pudiera parecer que esta corporación quisiera acaparar el protagonismo de algo en lo que ya venía trabajando la anterior".

Tampoco hay prevista una inauguración oficial, aunque no se descarta que el ministro de Educación y Cultura pueda conocer el museo en una futura visita a la ciudad, informa el concejal de Cultura. De este modo, la apertura se ceñirá al inicio de unas jornadas de puertas abiertas que se prolongarán durante dos semanas, lo que permitirá al visitante contemplar gratis los fondos que lucen ya recién restaurados sobre un fondo rojo Caravaggio , importado de Florencia por la directora de los Museos Municipales, Mercedes Valverde, a quien se debe también la reordenación de los lienzos en salas según los temas abordados por el artista.

Otros cambios que han adaptado el centro al siglo XXI (lo que ha costado casi 600.000 euros), aparte de ese nuevo discurso expositivo que permite calar en el alma de Julio Romero y su época, son la total iluminación con sistema led, pionero en España, y la adaptación a personas discapacitadas no sólo en cuanto a accesibilidad sino con pantallas táctiles y audioguías para los ciegos. Asimismo, se ha restaurado la fachada dieciochesca, de bella arquitectura fingida, "poniéndonos al día --explica Mercedes Valverde-- de lo que se está haciendo en toda Europa". Y se han cuidado detalles como una rotulación transparente para que nada distraiga al espectador, que escuchará de fondo música de contemporáneos del artista.