El título de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad que otorga la Unesco y al que estos días aspira en Bali (Indonesia) la fiesta de los patios de Córdoba, además de dar prestigio, reconocimiento y difusión a esta tradición popular, también puede suponer un revulsivo para los propios recintos y conseguir que tengan protagonismo más allá del mes de mayo, algo que beneficiaría también a la ciudad. Así lo consideró ayer Antonio Caño, presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Córdoba, que aseguró que entrar en esa lista provocaría que los patios de Córdoba se conozcan aún más en todo el mundo y, lo más importante, que se dediquen a ellos más fondos para su promoción, no solo en las dos semanas en las que se celebra la fiesta.

En los últimos años se ha llegado a decir que los patios "mueren de éxito", en referencia a la gran afluencia de público que reciben durante los quince días de mayo en que se celebra la fiesta, por lo que las agencias de viajes, en colaboración con el Consorcio de Turismo de Córdoba y Hostecor, presentaron a la anterior corporación municipal en octubre del 2010 una propuesta en la que se conjugaba un paquete turístico para poder promocionar, por parte de las instituciones, y comercializar, desde las agencias de viajes, esta fiesta no solo en la ciudad sino también en la provincia, "teniendo en consideración algunos patios en determinadas poblaciones que tienen las mismas características", señaló Caño. En ese documento, que sigue vigente, se refleja que los patios pueden tener su público durante muchos meses del año y se aglutinan propuestas de intervención en estos recintos en los meses más estacionales de la flores, como de octubre a diciembre o febrero y marzo. "Se añadirían a esas visitas a los patios figuras teatralizadas, lecturas poéticas, exposiciones, muestras gastronómicas o musicales", lo que les daría "un valor añadido" a través de estas experiencias.

Con estos paquetes turísticos también se afianzarían otras aspectos como la arquitectura, haciendo que la ornamentación floral no fuera "absolutamente necesaria". Caño añade que estas actividades no tiene por qué darse en todos los recintos, pero sí en algunos de ellos, tanto públicos como privados, sin que el coste sea demasiado "gravoso" ni económicamente ni en cuanto a la habitabilidad. "Estamos dispuestos a seguir con esta propuesta porque los mayores beneficiados serían Córdoba y los cordobeses" y en este tema "las empresas privadas tienen que arriesgar", concluyó.

ESCENARIO CULTURAL Por su parte, el abogado y economista Javier Martín se manifestó en la misma línea. Tras asegurar que la fiesta cordobesa cumple "plenamente" con todos los requisitos necesarios para entrar en la Lista de Patrimonio Inmaterial, Martín asegura que el título tendría como repercusión que los patios serían "un foco de atención a efectos de financiación", no solo local, sino estatal y autonómica, para invertir en el recinto, las casas y la rehabilitación del entorno. "Ese reconocimiento supondría un espaldarazo para conseguir fuentes de financiación que actualmente no se tienen", continuó Martín, que cree que ayudaría a poner a Córdoba "en el mapa". "Se está hablando mucho de los patios como fiesta y quizá habría que iniciar las actividades que se hicieron con motivo de Córdoba 2016" refiriéndose a la exposición de arte contemporáneo El patio de mi casa , dando vida a los patios al margen de la semanas de mayo y, aunque esto no se podría hacer en todos ellos, sí "sería bueno" que determinados patios de la ciudad estuvieran abiertos todos los días del año y fueran, por tanto, "un escenario cultural más".