Quien quiso pasear ayer por Cannes tuvo que hacerlo esquivando a unos policías muy grandes y vestidos con el uniforme de dar leña. Quien quiso acceder al Teatro Lumi¨re, tuvo que dejar que lo cachearan y le requisaran la merienda. ¿Tiene sentido tomar tantas precauciones ante el estreno de una película? Sí, considerando que se trata de Hors la loi (Fuera de la ley ), que recrea los conflictos vividos en París entre franceses y argelinos a lo largo de la guerra por la independencia de la que fue colonia, entre 1954 y 1962. La creciente polémica provocada desde hace meses por la película de Rachid Bouchareb, que aspira a la Palma de Oro, culminó con una manifestación durante la proyección del filme para la prensa. Por los alrededores del Palais de Cinema marcharon unas 1.200 personas encabezadas por el alcalde de la ciudad y entre las que se encontraban otros miembros de UMP --el partido del presidente Nicolas Sarkozi-- y militantes del ultraderechista Frente Nacional, veteranos de guerra y representantes de asociaciones de pies negros (antiguos colonos franceses) y harkis (argelinos que lucharon al lado de Francia).

El motivo de la controversia son solo seis de los 137 minutos de Hors la loi . Una secuencia inicial que recrea la masacre de Setif, en la que el ejército galo asesinó a miles de civiles argelinos para reprimir una concentración independentista. "Es una falsificación partisana de la historia. Me escandaliza que Francia haya financiado una película en la que nuestro ejército y nuestra policía son comparados con las SS y la Gestapo", declaró el diputado de UMP Lionnel Luca sin haber visto el filme.

"No se trata de reivindicar ni de exigir nada, es una cuestión de cine. Se trata de contar una historia. Por lo demás, mi película quiere abrir un debate desde la serenidad, no quiere desencadenar ningún conflicto", explicaba ayer Bouchareb.