Los escolares que ayer visitaron el museo de Bellas Artes y el Arqueológico y Etnológico en el día internacional de estas entidades se mostraron curiosos y atentos ante todo lo que estaban viendo. Las monitoras que les enseñaban las obras y les explicaban el origen de las piezas los mantenían boquiabiertos ante un mundo, para algunos, desconocido.

El grupo del colegio Algafequi conoció, de primera mano, las obras pictóricas de autores como Rafael Romero Barros que, según les explicó la monitora, "solía ir a la ribera del río Guadalquivir para inspirarse y crear sus paisajes". "¿Cuál es el edificio que aparece en este cuadro?", les preguntó. Ellos la miraron e intentaron darle una respuesta. Finalmente entre todos respondieron que era la Mezquita. Tras la visita por las salas del museo salieron al patio para participar en el taller El guiñol del museo , realizado por el teatro Avanti. La directora del museo de Bellas Artes, Fuensanta García, destacó que las actividades que se realizaron las quisieron dirigir a los más pequeños y "estamos haciendo una en la que se les explica una serie de obras en las que se ve la evolución de los cambios sociales", dijo. En el guiñol también se representaron los cambios sociales en algunos autores cordobeses y cómo se manifestaron en sus pinturas.

A la llegada al museo Arqueológico y Etnológico los alumnos del centro Bambi se mostraron asombrados por las puertas "tan grandes", según describían ellos, ante las que se encontraban. Nada más entrar les dieron unas camisetas y les explicaron que se encontraban en un palacio en el que iban a descubrir algunos secretos. A partir de ese momento sus caras reflejaron la ilusión e intriga por conocer lo que iban a encontrarse dentro.

La monitora les explicó que se iban a centrar en el periodo romano y les mostró algunas piezas como las ánforas. "En ellas transportaban el aceite o el agua", dijo. Tras esta muestra, la chica preguntó a los más pequeños si conocían los juegos de los niños romanos. A continuación les mostró una obra en la que aparece un tablero del tres en raya, una de las distracciones de los pequeños de ese periodo. Tras el paseo por el museo elaboraron su propio tablero.

María Dolores Baena, directora del museo, explicó que "destacamos cosas de la vida actual que tienen su reflejo en el museo y una de estas son los juegos".