El Mercado de la Artesanía acoge desde ayer en dos salas la exposición Artesanías sonoras de Navidad en Andalucía , que recrea los instrumentos utilizados desde antaño para poner música a estas fechas y que se complementa con textos populares o de grandes nombres de las letras que aluden a estos instrumentos. Antiguas botellas de anís y tablas de lavar, campanitas de origen medieval utilizadas por grupos de campanilleros o auroros en la madrugada, cucharas, almireces, carracas, chocolateros, molinillos y anafres (cocinillas portátiles que luego se hicieron fijas), que recuerdan al clásico villancico, forman parte de los artilugios domésticos que se utilizaban para poner sonidos a la Navidad. En definitiva, coger la cocina y salir con ella a tocar, porque tampoco faltan las sartenes de migas, pucheros y arrimapucheros, "algo que hacía más ruido que música, aunque seguro que siempre había algún virtuoso", comentó ayer Luis Celorio, comisario de la exposición. Por supuesto, no faltan las zambombas, desde las clásicas de barro hasta una hecha con una garrafa de aceite. Las panderetas que pueden verse también son muy diversas y de varias épocas, una de ellas aportada por el grupo cordobés de música antigua Cinco Siglos, que amenizó la inauguración de esta exposición, en la que no faltó el chocolate caliente. La otra sala está dedicada a instrumentos como vihuelas, laudes o zanfoñas, fruto de una larga evolución histórica que exhiben la maestría de los luthiers desde un conocimiento artesanal más culto.