Antonio Fernández Díaz, Fosforito, que será nombrado socio de honor de este centro dedicado al flamenco, se mostró ayer muy "orgulloso" tanto por el título como por el hecho de que lleve su nombre. "Es un honor, una cosa hermosa, qué te puedo decir", comentó ayer a este periódico con emoción. "Me ha gustado mucho cómo ha quedado la Posada del Potro, han hecho una obra de arte". Respecto a su uso y las actividades que albergará, el cantaor dijo que le encantaría que fuera un centro "vivo". En cuanto a la sala que se dedicará a él y a sus recuerdos, señaló que "no caben todos" y faltan algunos de los grandes acontecimientos de los que ha sido protagonista en los últimos años como la Medalla de de Bellas Artes, las Llave de Oro, el premio Averroes, etcétera, que espera poder colocar en lo que quiere que sea "su segunda casa". Nunca imaginó que el flamenco sería reconocido hasta este punto y esto "es un sueño, algo que nunca podía imaginar cuando empecé mi carrera hace ya tantos años".